Capítulo. 6

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Capítulo...6: los perdimos

Una cosita  nada más en esta parte se vera a la perspectiva de los hijos de Inuyasha y Aome en algunas partes así sin más disfruten.

Dos semanas, dos semanas apenas y la pequeña niña sonreía pero parecía falsa algo que demostrar lo poco feliz que se encontraba, y eso la preocupaba así que mejor le consultaba a su amiga Sango. Que precisamente estaba sentada delante de ella con una tasa de café.

-Aome te veo un poco angustiada dime ¿qué pasa?- le pregunto al ver la preocupación en la cara de su amiga pero en eso llegan dos demonios que peleaban entre sí.

-¡Vuelve acá imbécil y regresa me lo que me quitaste!!- grito colérica siguiendo a su objetivo encima del perro que parecía caballo.

-Jamás tonta.- le respondió el otro pero al ver al perro intento ir más rápido para que no lo alcanzarán.

En un segundo que dejaron la habitación vieron el desastre que dejaron ambos demonios, algo que sin dudas molesto a la azabache que de pronto despidió un aura de ira, con velocidad salio de la habitación y se paro en medio de la sala donde se encontraban los dos niños.

-¡Yasha Higurashi, Sakuya Taisho, calmen se ya sino los dos están castigados por destruir la casa.!- grito con fuerza llamando la atención de ambos jóvenes que dejaron de corretear se.- Muy bien ahora los dos me limpian los destrozos que...

-Tú no eres quien para mandarme.- respondió con rabia la niña ocultando sus ojos con su flequillo.

-¡Sakuya, no digas esas cosas!- reclamo la castaña al ver las actividades desconocidas de su sobrina que levanto por fin la mirada y esta tenía rabia, enojo y dolor en una solo.

- Solo digo la verdad ella no es quien para regañarme, no es mi madre, no es mi tía, ni siquiera un familiar tan solo es una desconocida con la cual me dejaron sin ni siquiera avisarme.- continuó con rabia viendo a la azabache que veía sorprendida la situación, ya que también para ella fue increíble.

-Oye idiota si no te das cuenta es mi madre a la que estás inesperado y también la que es tu cuidadora...

-Yo no necesito que me cuiden, si estoy aquí es porque no tengo un duplicado de la llave de mí casa.- le respondió al azabache poniéndose cara a cara con él algo que le causo un poco de miedo al muchacho.

-Así pues porque no te vas a tú casa de segura allá te está esperando tú madre que sea ella la que aguante tus berrinches.- le dijo enojado y sin ningún tacto, algo que lastimó bastante a la peliplateada.

-¡Yasha!- gritaron las dos mujeres al ver en lo serió que se había convertido la situación entre ambos niños pero sin aviso previo la niña empujo al niño haciendo que se golpeara contra el sofá de la sala.

-¡Eres un infeliz Higurashi!.- silbando llamó a su amigo fiel y se fueron los dos subiendo a su perro corrió hasta las a fueras del templo, sin pensarlo dos veces bajaron las escaleras.

No podía más, ya no deseaba que le dijeran más acerca de que era una bastarda o de que su madre la abandonó que no la quería, y muchas otras cosas ya había abajado y perdido a sus perseguidores. Con lágrimas corriendo por sus mejillas llego a un parque boscoso en el cual se oculto y ahí pudo desahogarse cuanto quiso pero sucesivamente terminó durmiéndose junto a su perro algo para ella era más de lo que necesitaba en ese momento.

MI PADRE NECESITA NOVIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora