-Yo igual te amé-se golpeó con su cabeza en el pecho de Adrian--no seas egoísta con ese sentimiento, yo igual te amé como no tienes idea-su voz estaba en la fusión de añicos y pedazos.
-No te puedo odiar, Adrian - finalmente sus piernas cedieron y Dave cayó el suelo abrazándose a sí mismo- pero no se si nos podamos amar.
Adrian se acercó al hombre en el cual una lluvia lloraba en su rostro.
Le dio un beso casto en los labios.
Y con sus fuerzas lo cargo y dejó en la cama.