Capítulo I

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—Buenos días estudiantes de Lancaster, he de comunicaros que solo quedan dos semanas de instituto y ¡seréis libres!
La sala de actos se hundió en aplausos y silbidos para el director Wilson, Thomas Wilson.
— Como os iba diciendo, estas dos semanas son las mas importantes de todo el curso, las que decidirán vuestro futuro, vuestra carrera, vuestra vida en general, por ello, tenéis que centraros chicos, llevamos preparándoos desde hace años ya, asique a ¡por todas!
Tras el gran discurso del señor Wilson, la sala de actos quedó vacía, excepto por mi, Brooke Miller, que me quedé para hablar con él, para hablar de mi futuro.
— Hola Thomas, digo, señor Wilson.. —dije con una voz entrecortada— me gustaría hablar contigo a poder ser, cuando a usted le venga mejor.
— Buenos día señorita Miller, claro que podemos hablar, visíteme en mi despacho dentro de 10 minutos y por cierto, llámeme Thomas, nunca me gustó que me llamasen por mi apellido.
— Genial allí estaré, Thomas.
Antes de ir al despacho del director, me se dirigí a la cafetería, donde estaban sentados mis mejores amigos. Diana, una chica muy amigable y muy guapa, de pelo castaño oscuro y unos labios bien gorditos, solo que a veces,es un poco rarita, dice ser pitonisa y capaz de observar los malos auras de la gente, en fin, que es bruja y también mi mejor amiga. Axel, el mejor amigo que se pueda tener, es tan atento, tan caballeroso y con él si que te morirías de la risa de verdad, solo que... tiene un gran secreto, dice que no lo quiere contar porque le juzgarán, pero espero que algún día se arme de valor y lo cuente. Y finalmente, Delila, vino nueva el año pasado, pero le queremos como si llevará toda la vida con nosotros. Es un poco tímida y casi nunca sale, dice que prefiere estudiar, leer o hacer otras cosas; es muy muy guapa y tiene un pelo rubio muy claro, ¡parece albina! Pero no lo es.
—¡No te muevas Brooke! —Exclamó Diana mientras me acercaba con mi capuchino de 1€ de la máquina expendedora
— Diana... ¿otra vez con tus juegos de brujas?
— Enserio Brooke, ¡no te muevas!
—Vale vale, está bien, no me moveré — Dije mientras me tomaba mi capuchino, el cual estaba muy caliente.
—Jajaja, es broma, claro que puedes moverte ven, siéntate.
—¡Que vergüenza Diana! No me vuelvas a hacer esto, se me ha quedado mirando toda la cafetería, de verdad que si pudiera te tiraría este capuchino por la cabeza... pero está tan delicioso...
—¿Os ha gustado el discurso? —Preguntó Axel con una mueca de confusión
—Si.. bueno.. ha estado bien. —Dijo Delila tan vergonzosa como siempre
—Yo creo que el señor Wilson se alegra de no volver a vernos en su vida, ¡lo que nos ha tenido que aguantar!
—Dirás.. lo que te ha tenido que aguantar a ti, Diana —Dije y todos se sumieron entre risas y carcajadas.
Después de haber conversado y reído durante 15 minutos, miré la hora en el teléfono, ¡Son las 11:45! Llego tarde a la reunión con el señor Wilson.
—¡Joder! Llego tarde a la reunión con Thomas, chicos, ¡os veo a la salida! — Exclamé mientras salía hacia el despacho del director.
—¿Thomas? Qué pasa, ahora son ¿amiguitos o algo? —Dijo Diana
—Eso parece, jaja —Respondió Delila sonrojada
Mientras corría para llegar lo antes posible al despacho del señor Wilson, Hunter estaba siendo castigado por haber hecho otra de sus famosas gamberradas, había pintado la taquilla de Billy, el empollón de la clase, es un poco rarito, pero soportable.
—A este paso serás expulsado ¡y solo te quedan dos semanas Hunter! No puedes seguir así, al menos ahora no, sino, tu expediente quedará manchado y será muy difícil que te acepten en la universidad. —Discutía la señorita Rose, la jefa de estudios del instituto Lancaster. —Porfavor, siéntate aquí hasta que te reciba el señor Wilson.
—Lo haré con gusto señorita Rose... —Dijo Hunter con una voz.. un tanto seductora.
—¡Esos modales jovencito! Compórtate porfavor.
Me siento una cotilla... me he quedado escuchando la conversación entre la señorita Rose y Hunter Lowell, espero que no me hayan visto, me moriría de la vergüenza.
—Señorita Miller, ¿va usted a pasar o se va a quedar escuchando conversaciones ajenas? Adelante, el señor Wilson lleva esperándole mucho tiempo. —Mierda —Eh.. sisi, ya entro. Buenos días por cierto, señorita Rose, ¿qué tal todo? —Le pregunté a la señorita Rose para hacer de este un ambiente mas abierto. —Iba todo sobre ruedas, hasta que me trajeron al señorito Lowell, haciendo de las suyas.. otra vez. —Me explicaba la señorita Rose cuando intercambie miradas con.. Hunter.
—Bu-bueno, voy a hablar con el señor Wilson —Dije avergonzada por como me miraba Hunter, parecía tan... ¿seductor?¿atractivo? No no, fuera, deja esas ideas para otro momento ahora céntrate y habla con Thomas, digo el señor Wilson, digo el director, ¡agh!
—Señor Wilson.. siento llegar tarde me lié en la cafetería con mis amigos y —El señor Wilson me cortó la palabra y empezó a hablar. —No te preocupes señorita Miller, gracias por haber llegado tarde porque yo también me lié corrigiendo exámenes asique, cuéntame, ¿qué te preocupa de tu futuro? —Me preguntó mientras guardaba unos documentos o exámenes (no se muy bien lo que eran),en el cajón de su mesa. —Pues me preocupa no saber todavía que quiero estudiar, tengo tantas cosas en mente, tantas carreras, estudios, trabajos... y me agobia no tenerlo decidido todavía, ¿algún consejo?—Le pregunte agobiada al director. —Jajaja, pero jovencita, ¿por qué tanto revuelo? Respira y céntrate en hacer tus exámenes finales bien, tendrás todo el verano para decidirlo, mi consejo es que te guíes por lo que realmente te hace feliz, no solo por tus notas u opciones de los profesores. Sé que eres una muy buena estudiante y que no te será difícil escoger lo que quieres, así que, guíate por tu buen instinto. —Respondió el director Wilson, tan tranquilo e intentando animarme, pero aún así sigo pensando qué será de mi después del verano, ¿lo habré decidido ya? ¿Habré entrado en mi soñada universidad? ¿Y si no lo consigo? Joder.. vaya mierda esto de estar en tu último curso.
Al salir de su despacho lo único que supe decir es un simple "gracias, director" espero que no me tome por una borde ahora, pero estoy muy preocupada por mi futuro...
—Qué, ¿tu también andas pintando taquillas? jajaj —Me preguntó Hunter al salir del despacho —No, yo no hago esas cosas —Le conteste —Rarita —me llamó —Imbécil... —le respondí casi en un susurro para que no me escuchara.
Ya eran cerca de las 2pm y se iban a acabar las clases, después de una dura semana de estudio. Hoy por la noche hay una fiesta y resulta que estoy invitada, bueno, yo y casi todo el insti, pero solo iré si mis amigos van, no se que haría sin ellos. ¿Yo en una fiesta? ¿Y qué se suele hacer en una fiesta? Beber, beber y luego vomitar, por lo que tengo entendido.
—Por dios, ¡señorita Miller! ¿Otra vez esta usted en su mundo? Baja a la tierra y deja de pensar en tus cosas, estamos en la recta final. —Me dijo la profesora de matemáticas.
—Perdón... —Dije entornando los ojos
Cuando llegó la hora de irse a casa, me reuní con Diana, Axel y Delila, que me esperaban en la entrada para explicarles porqué me fui al despacho del director.
—¡Hey chicos! —Les dije desde lo lejos
—¡Brooke! —Me gritó Diana. —Que, ¿me vas a volver a decir que no me mueva? —Le dije cuando derrepente pasó Hunter con su monopatín y sus amigos y me tiró todos los libros al suelo. —¡Joder! —Exclamé
—Ehh tranquila, rarita, no ha sido mi culpa, eres tu la que está interrumpiendo la zona de "skaters" —Me dijo en un tono de burla —Anda, venga, te ayudo
— No, gracias, puedo apañarmelas yo solita —Le conteste entornando los ojos, otra vez
—¿Solo sabes decir que no? Jajaja, pero mira que eres rarita.. —Me dijo alejandose en su monopatín con sus amigos.
—No, esta vez si que podías moverte jajaja —Me dijo Diana entre risas.
—¿Estás bien? —Me preguntó Delila — Si si, gracias, estoy bien.
—Bueno bueno.. parece que le gustas al temido Hunter —Me dijo Axel con una voz un tanto irritante.
—¡Axel! Que ni se os pase por la cabeza esa idea, nunca me enamoraría de un tipo como el, ¡nunca!
Y después de esa caída tan torpe, fuimos a nuestra cafetería favorita, "The Walter café" donde preparan unos capuchinos deliciosos, con una rica espuma de leche por encima, aah.. ojalá poder tomarme 5 capuchinos al día, pero es malo ingerir tanta cafeína. Cuando nos sentamos en nuestra mesa favorita, la que está al lado de la ventana, llamamos al camarero para que nos tome nota.
—Bueno bueno, pero que tenemos aquí , si no es mas ni menos que la señorita Miller y sus queridos amigos —Dijo Bob, el camarero —Bueno chicos decidme ¿que queréis?
Y antes de que yo respondiera dijo —Para la señorita Miller un capuchino bien cargado de espuma de leche y dos terroncitos de azúcar. —Dijo mientras tomaba nota del resto.
—Ahora mismo os lo traigo chicos.
Cuando Bob trajo nuestros cafés, les empecé a contar de lo que habíamos hablado el director y yo, de mi futuro y estudios. Por mucho que me diera ese consejo el señor Wilson sigo sin saber que estudiar en la universidad.
—Bueno, y ¿qué tienes en mente? —Me preguntó Delila mientras daba pequeños sorbos a su colacao, nunca fue muy de café.
—Sinceramente, hay tantas cosas que me gustaría hacer... me gustaría mas que nada centrarme en ser escritora o periodista, pero también me gusta mucho el arte y la música, ya lo sabéis, llevo cantando y tocando el ukelele desde que tengo 4 años, pero también me gusta mucho el mundo de la medicina y la sanidad, agh no se que hacer...
—Yo quiero ser bruja —Dijo Diana en un tono irónico. —Eso ya lo sabemos Di — Respondió Axel riéndose. —Es broma, me gustaría ser... ¡diseñadora de interiores! Sí, diseñadora de interiores, me apasiona crear y mas si es crear al gusto —Dijo Diana toda convencida.
—Y tú Axel, ¿qué quieres ser? —Pregunté. —Me gustaría ser pintor, me encanta pintar y crear como tu, Di, pero yo lo hago mas a mi estilo, de hecho, en casa ya estamos mirando universidades en las que me podrían admitir y tienen una carrera artística, ¡y no queda muy lejos de Texas! Por lo tanto, podría visitaros.
Y finalmente, le preguntamos a Delila
—Qué hay de ti Delila, ¿Que quieres estudiar? —Preguntó Di
—Me gustaría estudiar... ¡biología! Y convertirme en una gran bióloga, ya sea marina o medioambiental, me gustan mucho los animalitos y me llama la atención la historia de la vida y como se creó todo. —Respondió Delila muy segura de su repuesta.
—Jo, que suerte que ya lo tengáis tan decidido e incluso hayáis buscado universidades, espero decidirme pronto...
Después de nuestra tarde de café, me fuí andando a casa, hoy no me apetecía coger el bus y aparte quería despejarme, pensar en mi futuro era lo que mas tiempo me quitaba ahora mismo, ni siquiera me acordé de la fiesta... ¡la fiesta!

Antes de quererteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora