IidaBaku

La cita

Han pasado unos días desde lo sucedido, bakugou ya casi recupero por completo su carácter, aunque sigue siendo inseguro sobre defenderse en los entrenamientos, eso ha hecho que más de una ves termine en la enfermería, regañado por iida.
Iida y su squat se han encargado de protegerlo en estos casos, iida se la pasa la mayor parte del día con el menor, esto a todos les a dado la obvia iniciativa de que hay algo entre esos dos, los padres de bakugou llegaron a la academia, pues se enteraron de lo sucedido con su hijo y no dudaron en ir a darle apoyos y animarlo.

Pasado ya una semana se había acostumbrado a que iida estubiera a su lado, se habían tomado mucho cariño, y como no, si ambos se gustaban hace mucho, y para sorpresa de el iida si respeto el echo de que se sentía mal y no intento tener nada con el por esos momentos.

Pero le sorprendió que iida, le preguntara si podían ir a una cita, y oh Dios claro que acepto, se encontraba en su habitación nervioso pues no sabía que hacer, había aceptado pero por lo que pasó con todoroki, había empezado a odiar su cuerpo, así que le dificultaba elegir que ponerse. La cita Hiba a ser día sábado, así que les contó a sus amigos los cuales aceptaron ayudarle, junto con un kirishima con ganas de matar a iida por querer salir con el. Hablo con sus padres y pasaría el fin de semana con ellos, ya solo faltaba elegir que ponerse y estaba seguro que la cita estaría bastante bien.

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Cómo ya lo había mencionado esto está basado en SoFujoshi, así que este capítulo y el anterior tienen unos franmentos de sus historia.
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Era sábado y había llegado a la casa de sus padres, se había bañado, y como muy rara ves lo hacía se echó shampoo de cereza, ese que solo usaba en su casa y cuando estaba de buen humor. También después de comer les comento a sus padres sobre su cita con iida, y como fue de esperar Mitsuki, tomo a su hijo y lo sentó en el sillón, era el momento de darle el consejo que su madre alguna vez en su juventud le dió.
Mit- Nunca dejes que tus inseguridades te quiten la oportunidad de ser feliz, a nadie le interesa si sus personalidades no son compatibles. Miramos a mi y a tu padre, somos polos opuestos y aún así lo sigo amando como el primer día. Ahora deja de comportarte como un debilucho y demuéstrame porque eres un bakugou- Exclamó la mujer con ánimo.

Las palabras de su madre lograron calmar un poco su ansiedad, por lo que después de darse un abrazo corrió a abrir la puerta para que sus amigos entrarán y lo ayudarán con su vestimenta.
Después de estar busca que busca, los chicos vistieron a bakugou con un suéter blanco de cuello alto y encima de eso se colocó un abrigo de color marrón, junto a sus jeans favoritos, aquellos que eran jodidamente cómodos, pero se acentuaban muy bien a su figura, se colocó un cinturón bonito y zapatillas blancas.

A las cinco en punto el timbre de su casa sono y mientras toda la calma que había obtenido mientras se arreglaba se iba al carajo, sus padres salieron a conocer a iida.

Pudo escuchar la risa encantadora de su madre y la vos orgullosa de su padre, se asomó disimuladamente por el borde de la pared de la sala de estar y lo que vio lo dejo con la boca seca por un instante.
Iida estaba usando una camisa de color azul claro, arremangada hasta los codos, lo que resaltaba sus trabajados músculos. Pantalón color beige y zapatos de vestir, era un atuendo simple, pero que lo hacía lucir muy maduro y guapo.

Subió a su habitación donde todavía se encontraban los chicos y le entraron otra ves los nervios, se tranquilizo con la ayuda de kirishima. Y con la confianza renovada, bajo las escaleras. Encontrando al invitado en la sala de estar, conversando animadamente con sus padres.

Cuando el mayor lo vio, se levantó de golpe y con pasos lentos pero firmes se acercó hasta su lugar. Se quedaron mirando fijamente por eternos segundos.

Iida- Estás hermoso- solo esas palabras bastaron para que el rostro de katsuki se colorear de rojo.

El pelinegro lo miro en busca de aprobación y caminaron hacia la salida, observo por última vez a su progenitora, recibiendo una mirada de aliento por parte de sus padres y de sus amigos que ya habían bajado.

Una vez en la calle y sin la presencia de su publicó, se permitió deleitarse con la vista de su acompañante.

Baku- Te ves guapo de esta forma- las palabras escaparon involuntariamente de su boca.

Pero al ver un ligero tono rojo en la punta de las orejas del mayor no se arrepintió de nada.

Se sobresalto al sentir unos ásperos dedos rozando su mano, y antes de que iida se apartará por su reacción, tomo la mano del mayor.

Baku- estamos en una cita, está bien si hacemos esto- murmuró él rubio- no tienes que pedirme permiso para todo- termino de decir en un tono firme más de lo normal.

Iida- En ese caso....- Antes de comprender sus palabras ya estaba siendo besado por los labios del mayor.- Tuve ganas de besarte desde que te Vi escondido en la pared.

Esto último hizo sonrojar a katsuki, pues el no creyó que iida lo hubiera visto.

Después fue jalado hacia el centro donde tendría una de las mejor citas con iida, que después de esta cita se volvería algo más que su amigo o su hombro para llorar.

Espero y les guste, de verdad gracias por el apoyo.
Sin más que decir bye kimis.