@Lee_M

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Chae_Wonnie

Adivina quiénes van a a ir a Seúl.
Chae_Wonnie

¿Es encerio?
¿No estás jugando?

Te lo juro porque Felix y yo somos gemelos.
Chae_Wonnie

Felix se va poner tan feliz de que vuelvan.
Alto.
¿Viene...?

No, está en Australia trabajando.
No habrá interrupciones.
Chae_Wonnie

¿Cuando vuelven?

Mañana en la tarde, probablemente estemos allá antes de que lleguen de la escuela.
Chae_Wonnie

Te dejare las llaves en la ventana.

Esta bien.
Chae_Wonnie

L.Lix

Tengo una sorpresa para ti.

Dime :3
L.Lix

Si te digo no será sorpresa.
Tonto.

Voy a llorar, primer aviso
L.Lix

No llores y ven a casa.
Te extraño.
Hace tiempo no pasamos el rato juntos.

¿Estás en casa?
Pensé que habías salido.
Voy rápido, deja pago los dulces que compre.
L.Lix

Esta bien.
Te espero.
Me voy a meter a bañar.

Qué bueno porque ya apestas mucho.
L.Lix

Yo no me llevo así contigo.
Tanto salir con Changbin te afectó.

Binnie no tuvo la culpa.
L.Lix

Ah ya veo lo que pasa.
Prefieres a Changbin antes de tu hermano el cual estuvo y estará contigo toda tu vida.

No dije eso.
No seas dramático.
L.Lix

Y me ofendes.
Nononono.
Muy mal.

Yaaa.
Voy a llorar si sigues.
L.Lix

No llores.
Si tu lloras yo lloro.

Ya.
Llegue.
Ábreme.
L.Lix

Ya voy.

Baje por las escaleras casi corriendo, por un momento sentí que me iba caer, pero ni las escaleras pueden contra el gran Lee Minho.

— Vi por la ventana como casi te caes – Dijo Felix entrando a casa – ¿Estas bien?

— Claro, soy el gran Lee Minho – Dije haciendo pose de Superman y el solo rodo los ojos mientras sonreía – Tu, yo, mi cuarto, comiendo dulces, viendo un maratón de DreamWorks ¿Qué opinas? – Pregunté mientras sonreía.

— ¿Me vas a consentir como antes lo hacías? – Pregunto el.

— Claro que sí – Dije tomando su rostro con mis manos – Vamos – No deje que dijera algo ya que tome su mano y subí a mí habitación con el siguiéndome.

Llegamos a mi cuarto, cuando me recosté en la cama el puso su cabeza en mi pecho así que pase uno de mis brazos por sus hombros.

— ¿Con qué quieres empezar? – Dije tomando la computadora.

— Madagascar.

— ¿Recuerdas cuando estábamos viendo Madagascar y me besaste?

Oh my god – Dijo el comenzando a sonrojarse y yo solo me reí – Eso fue hace mucho MinHo, ya olvidalo, a parte tenía 6 años yo que iba saber de eso – Dijo – Y tú me seguiste el beso así que fue tu culpa también – Me apunto con su dedo.

— Tenía 7 u 8 años y mi mamá nunca dijo que los hermanos no se gustaban – Hable – Y en ese entonces tú eras el niño más bonito que el universo tenía – Tome su cara con mis manos como lo había hecho minutos anterior en la sala.

— ¿Y ahora? – Pregunto – ¿Sigo siendo bonito?

— Claro que sí tonto – Le di un beso en la frente – Eres el segundo más bonito en este mundo.

— ¿Quién es el primero?

— Yo – Sonreí orgulloso.

— Soy más bonito que tú – Saco la lengua como un niño chiquito – ¿MinHo?

— ¿Si?

— Te quiero mucho – Me abrazo y yo correspondi.

— Yo también te quiero mucho – Me acerque a su oreja y susurré – Dame gomitas.

— ¿Nunca vas a cambiar verdad? – Se separó del abrazo y literalmente me tiro la bolsita de gomitas en la cara.

— No te enojes bebito – Me acerque a él y le di un beso en la mejilla – Comete una gomita, ten – Abrió su boca y yo metí la gomita en ella.

Estuvimos toda la tarde viendo películas que nos quedamos dormidos.





























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