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Capítulo 5: Hablemos

Osomatsu estaba sentado junto a Todomatsu, con las manos dentro del bolsillo de su suéter. Dio un pisotón al suelo de la cocina, esperando la respuesta de su hermano. El menor estaba escondiendo su cabeza en medio de sus brazos, apoyado sobre la mesa.

Se acurrucaba fuertemente, tratando de evitar cualquier regaño de Osomatsu. Pero eso no iba a funcionar, lo único que logro fue que Osomatsu se enojara más.

En un instante, el mayor golpeó la mesa con ambas manos. Ese golpe retumbo en toda la cocina, y muy cerca de la cabeza de Todomatsu.

Todo el cuerpo del menor se sacudió, inmediatamente levanto su cabeza y pudo ver con claridad la severa expresión de Osomatsu. Se dio cuenta que estaba en problemas y que no se salvaría de esto.

-¿Cómo fue que Karamatsu termino golpeando a Atsushi, Todomatsu? Contesta, estoy cansado de esperar- pronunció Osomatsu casi gruñendo.

El menor empezó a removerse inquieto en su asiento. Era un poco difícil pensar en una respuesta, ya que la situación era algo complicada.

Todomatsu, sin duda, recuerda con exactitud lo que paso, pero estaba seguro de que al contarlo, Atsushi quedaría como el malo, el que provoco el pleito.

Eso era cierto, pero Totty no podía perder a Atsushi, era una muy buena conexión social. Al igual que otros beneficios, como el dinero y varias comodidades que conllevaba ser su amigo. Aunque, lo más seguro es que esto no tuviese remedio. Atsushi lo ignoraría, debido a su desalmado hermano.

Tal vez si le pidiera disculpas, llorando de manera desconsolada, podría perdonarlo por lo que paso. También podía agregar alguna que otra expresión propia de él, eso sería un gran factor de ayuda.

Pero todo esto sería inútil, porque si Osomatsu se entera de la verdad, no dejaría que Todomatsu saliera con Atsushi. A pesar de eso, no podía mentirle a su hermano mayor. Especialmente cuando sentía una gran culpa, ya que también fue el responsable de provocar la ira de Karamatsu. Y además, su hermano también recibió algunos golpes.

-Comenzó ayer-

Todomatsu rascaba con el dedo el mármol de la mesa. Estaba nervioso y su voz era tensa.

-¿Recuerdas cuando fui a la casa de Atsushi a pasar el rato?- Osomatsu asintió, haciendo memoria.

-Antes de llegar, Karamatsu se acercó a mí. Diciéndome que era demasiado tarde y que debía dejarlo para otro día-

-¿Y?- cuestionó Osomatsu levantando una ceja.

-Él siguió insistiéndome, sabes cómo es, y yo no le hacía caso. Me dijo que por ser el más joven no debería estar solo. Entiendo, sé que soy encantador y que fácilmente sería un blanco perfecto para un secuestro, pero puedo cuidarme solo. Le dije que estaría bien, que solo iba a la casa de Atsushi. Y después le pedí que se fuera a la mierda-

-Totty... - Osomatsu lo miraba fijamente.

-Lo sé, lo sé. No estuvo bien, él solo estaba preocupado, pero en ese momento me sentía muy molesto. A veces es tan insoportable. Pero cuando le dije eso, se fue enojado y ofendido. Cuando regrese a casa, él estaba esperándome, aquí en la cocina-

-¿Por qué?-

-¡Joder, Niisan, no lo sé! Y luego empezó a alterarse cuando vio algunos moretones en mi cuello. No paraba de decir estupideces. Se parecía a ti en ese momento, fue algo gracioso-

El menor pudo captar la forma en que Osomatsu apretó la mandíbula con fuerza ante sus palabras.

-¿Moretones? ¿Cómo chupetones? ¿Atsushi te hizo esos chupetones? ¿Tuviste sexo con él?-