"Lluvia de meteoritos"

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Necesitaba poner algo Rubegetta.
Comencemos xD

Un par de chicos caminaban por las calles de aquel hermoso pueblo.
Los habitantes los miraban con una sonrisa, aquellos dos son demasiado atractivos ¿quien no se sentiría atraído por ellos? Siempre que iban juntos, se hacían bromas, burlas, tonteaban, "joteaban" y uno que otro regaño por el más bajo.

-Ya te dije que las impresoras sirven bastante- el peli blanco trataba de hacer razonar a su compañero -Ya te dije que no Doblas, eso es ilegalisimo- el de orejas de oso solo hizo una mueca de disgusto, diciendo que no volvería a hacerlo qué claramente lo seguiría haciendo.
¿A quien no le gusta cometer una que otra ilegalidad?

-¿Donde quieres ir Veg?- lo miro ya que llevaban bastante tiempo dando vueltas por aquel pueblo. -Donde quieras, la verdad no tengo idea- le dedico una pequeña sonrisa a lo que el más alto tomo su brazo y comenzó a caminar hacia la mansión de este. -¿Por qué vamos a mi isla?- lo miro algo confundido, no sabía exactamente qué quería hacer ahí.

-Se supone que hoy es lluvia de meteoritos y en tu isla son las mejores vistas-

-Chiqui.. pero todavía falta mucho para que obscurezca- El de cabellos blancos se paró en seco -Mejor aun, así podremos preparar bocadillos- el de orbes morados solo sonrío y siguió a su compañero.

Al momento de llegar a aquella isla, el oso entró como si fuera su casa a lo que él peli negro no le extraño ya que siempre iba a su casa, no importaba la hora, tiempo, momento siempre tenía que esta ahí.
Ya sea para que Vegettita lo protegiera de alguno de sus compañeros, esconder sus bocadillos, pasar tiempo con él, tratar de robarle algo o explotar y... demás.

-¿Donde están mis bocadillos?- miro a su amigo que simplemente estaba buscando que preparar -¿Para qué los quieres?- dijo sin siquiera mirarlo -Quiero comerlos- el de orbes moradas señaló una pequeña bodega, él otro camino hacia allí y tomó sus bocadillos -Gracias por guardarlos- sonrío y abrió una bolsa de papas fritas
-¿Ya te las vas a comer Tontito?- miro a su amigo que ya tenia varias papas en su boca, este solo asintió y el otro rodo los ojos mostrando su desaprobación.

Vegetta preparó varios bocadillos mientras que el oso estaba sentado en su sofá viendo su móvil mientras comía aquellas papas.

-Cuando quieras subes cabezón- el de orbes moradas decidió ir a ver a sus queridos lobos, quizás tendrían hambre o sed.
Cuando bajo a su guarida secreta les dio algo de comer y beber
Mientras que acariciaba uno que otro lobo, disfrutando de su compañía, tenia pensando en robar a los pueblerinos pero esta noche no sería ya que inesperadamente su querido amigo decidió quedarse a ver aquella lluvia de meteoritos.

Mientras tanto el oso subió y acomodo una tela en el suelo, poniendo algunas velas para iluminar el lugar.
Miraba el cielo se veía despejado, era una vista sorpréndete.
Solo faltaba su amigo, tenia que traer lo que había preparado.. comenzó a perder la paciencia y justo cuando decidió bajar a ver qué hacía el peli negro se encontraba subiendo, simplemente le sonrío y se sentó.
El otro hizo lo mismo.. comenzaron a comer mientras platicaban de todo un poco.
Hasta que comenzó la lluvia de meteoritos, el oso lo observaba maravillado, sus ojos se iluminaban, la luz de la luna le daba perfectamente en su rostro, era una luz tenue pero perfecta, hacia que todo de él se viera estupendo.
El de orbes morados lo miraba, ante sus ojos era una vista preciosa, nunca vio así a su querido "Doblas" quería seguir viendo aquel hermoso brillo en sus ojos que casi nunca se veía ya que este sí era uno sumamente real.

Y así pasaron la lluvia, uno viendo el cielo y el otro a su compañero.

-¿Que miras boomer?- el de orejas miro a su compañero que simplemente se sonrojó un poco ya que se había dado cuenta y miro el cielo -No es nada, solo veía como la luz de la luna te quedaba bien- sonrío, el contrario se ruborizó un poco, acaso acaba de darle un halago?

-Ok boomer- trató de ignorar aquel comentario, pero esa pequeña frase pasaba por su mente.

Cuando vieron que ya era bastante tarde decidieron ir a dormir, aunque Rubén se quería ir a su casa Vegetta no se lo dejaría tan fácil, provocando que el más alto se quedara a dormir con Vegettita.

A los dos les gustaba demasiado pasar tiempo juntos, se sentían de una forma.. unidos.
Era una conexión especial que casi nadie lograba derrumbar, aunque muchas veces culparon a Rubius de hacer algo que nunca hizo Vegetta lo apoyaba y defendía.
Haciendo que esté nunca se sintiera solo, provocando aquella sonrisa que le cautivaba, esos ojos que lo hipnotizaban.
Él no sabía si solamente le llamaba la atención o simplemente le gustaba.
Quería saber qué significaba aquel sentimiento pero primero necesitaba saber que sentía el oso hacia él.
¿Cariño? ¿Amor? ¿Solo amigos?

Trate de ser Soft pero no soy buena en eso, buenas noches/días/tardes
En mi caso noches.
En unas horas subo el otro capítulo uwu.

~Un pueblo con muchos secretos~ [Luzuplay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora