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Tzuyu es dada de alta unos días después de comprobar que sólo había sido un golpe y que no presentaba más peligro.

Sana no puede evitar sentirse culpable, ella no quería lastimar a Tzuyu, ella la ama.

¿Así se sentirá ella cuando me golpea?

Cuando están en casa todo es silencioso, ninguna se atreve a decir algo.

Sana saca un cigarrillo de su chaqueta y lo fuma delante de su prometida.

- Ya sabes que lo siento, ¿cierto?

- Está bien, bebé. Ya te dije que te perdono.

Sana no puede evitar pensar que, de alguna forma, sintió alivio cuando su puño se estrellaba contra la suave piel de Tzuyu. Porque se las estaba devolviendo todas y cada una, estaba enferma por gozar de algo así.

Pero más enferma estaba Tzuyu, quien quería que la matara.

strawberries and cigarettes • satzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora