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Su caminar había parado, observando aquella puerta perteneciente al chico explosivo de la clase. Con sigilo entro, claro que mirando a sus costados para que nadie lo atrapará. Al ya estar adentro, cerro despacio, podía escuchar cómo el rubio dormía, más bien como roncaba pero solo un poquito, algo raro le pareció ya que se escuchaba algo.. ¿Enfermo? Más o menos.

Buenos días..— hablo bajo, mientras se colaba en la cama, acariciando los rubios cabellos de su contrario.

— Zzz..... — un leve sonido de una respiración tranquila fue su respuesta, haciendo que el bicolor lo abrazara por la cintura, procurando que el más bajo no despertara o que le atacará de forma sorpresiva.

Bakugou, tu piel es algo aspera.— soltó susurrando, dándole besos a su cuello y mordiendo levemente sus hombros.— perdona Kats ¿Te desper-..— no pudo terminar, ya que alguien lo interrumpió.

— ¿¡QUE DEMONIOS?! — dijo Kaminari.

— ¡AH, MIERDA! — respondió Todoroki.

Gritaron al unísono asustados, ya que Todoroki al darle un último beso en el hombro, el rubio se dio vuelta de forma rápida, haciendo que vea el rostro horrorizado de quién era en realidad.
El heterocromático, por el susto, se hecho para atrás, mientras que el de ojos amarillentos, también lo hizo pero no cayendo al piso, sino que chocando su cabeza contra la pared y tomando esta misma con dolor.

¡¿Que estabas haciendo, Todoroki?! — chillo un adolorido y asustado chico eléctrico.— ¿Que ibas a hacerme, puerko? — cuestiono ahora desconfiado, mientras se acomodaba en la cama.

N-No es lo que tú piensas.. — sus mejillas se colorearon por un momento, sentía vergüenza.— pensé que eras otra persona y..

— Y te ibas aprovechar ¿No?

Si- digo, espera no-

— ¡Lo sabía, policía! ¡Ayuda, policía! — gritaba como loco, hasta que Shoto le cubrió la boca con su mano izquierda.— Gho dfie Mnhada.

¿Que..? — no entendió lo que dijo, aunque obviamente no lo haría.

— Que no diré nada. — soltó y apartó la mano del contrario, aunque por su cara era difícil de confiar, después de todo, siempre se le solia escapar algún chisme, secreto u situación que nadie debía saber.

— ....

— ¿Que?

— Nada, dime ¿Que hacías en la habitación de Bakugou? — curioso pregunto, ya que el mencionado no parecían que hubiera Estado allí.— Kirishima dice que no hay señal de nadie, solo de ti y yo, después no hay nadie más al cual hayamos visto.— dijo para acomodar unos libros que se habían caído y de paso, mantener distancia.

— Pues.. no recuerdo mucho y la jaqueca no ayuda.. Tal vez lo haga después de dos o tres horas.— le hablo sincero, rascando su cabeza y encontrando un piojo pero tirando el mismo mientras que el otro no veía.

Y mucha información no consiguió con aquello, así que se digno a irse, teniendo la esperanza de encontrar a su amante del día anterior, pues con el tuvo su primera vez y digamos que un poco de atracción si le tenía, haciendo que se sienta feliz por la aventura que tuvieron el día anterior.
Aunque el esperaba hacerle mimos al despertar o abrazarlo mientras dormían un poco más, lástima que no fue así.

(...)

Era media tarde y aún así, ningún rastro del rubio, Mina o Sero ¿Acaso estos locos terminaron en el extranjero u en algún lugar lejano? Desde hace horas los estaba llamando pero por estar con el celular en clase y peor, de Aizawa-sensei, le quitaron su móvil. Soltó un suspiro, observando los pupitres de los faltantes, notando como unos ojos color esmeraldas se fijaban en el y desviaban la mirada.

¿Que fue eso?

Lo miro otra vez, solo que de una forma curiosa y algo desconfiada, por alguna razón, sentía que Midoriya escondía algo. Entonces, se levantó con sigilo, llamando la atención de algunos menos del bicolor y se puso en cuclillas para esconderse entre los pupitres y que el profesor no lo viera.

¿Que escondes? — susurro lo sufiente como para que el peli-verde lo escuchará pero no el maestro.— vamos Midoriya, eres un libro abierto.

N-No se de que hablas, Kirishima... Será mejor que vuelvas a tu silla.— intento evadir aquella pregunta.— sabes que nos pueden castigar.

— Si pero no me iré hasta que sueltes la sopa.— dijo aquella frase ya conocida.— si me atrapan, caerás conmigo.— se levantó un poco, está vez susurrando en su oído y provocando un sonrojó en el contrario.

— B-Bien pero aquí no, Todoroki nos está mirando, ahora vete.— lo alejo despacio, desviando su mirada avergonzada.

Bien, nos vemos en tu habitación.— le comentó, para ir a su lugar y esperar a que la hora terminara.

Y como estaba planeado, Kirishima fue con Midoriya a su cuarto, de forma cautelosa, ya que por alguna razón, el pecoso no quería que Todoroki sepa aquello que escondía.
Cuando llegaron, dejo entrar al peli-rojo primero y luego el, para cerrar con llave.

¿Y bien? ¿Que es lo que tanto escondes? — le ataco con aquellas dos preguntas, cosa que salieron con un tono acusador y desconfiado. — espera ¿Quien duerme allí? — apunto hacía la cama del peli-verde, notando que había un gran bulto durmiendo allí, del solo pensar que Izuku dormía con alguien o que estaba con otro le hacía sentir unos retorcijones en su estómago ¿Celos? Tal vez, pero no era momento para eso.

Uhm.. era de lo que te quería hablar.. — dijo mientras se rascaba un poco su mejilla con su dedo índice al igual que caminaba hacia su cama y destapaba levemente al bello durmiente.

¿Bakugou? — sorprendido, miro aquel rostro tranquilo que dormía plácidamente en la cama.

Fue un Accidente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora