Durante las dos primeras semanas viviendo con su nuevo dueño, Harry se dio cuenta de que Louis lo veía de una forma y nada más. Era un muñeco. Un juguete. Algo que se podía coger y tirar cuando dejase de ser interesante. Mantenía a Harry en su apartamento todo el día, cerrando todas las puertas y ventanas antes de salir por la mañana para la facultad.
La mayor parte del tiempo, Harry no hacía nada. Su placa base le decía que debía sentarse y esperar a que Louis regresara para volver a reanudar sus actividades de «novios». Aunque Louis no tratase a Harry como él quisiera, se esforzaba en interactuar con él.
Harry había adoptado de Louis la costumbre de «parpadear». Entendía que los humanos necesitaban «parpadear» para mantener los ojos húmedos. Harry no creía tener humedad alguna en su cuerpo pero, en un esfuerzo por parecer más humano, parpadeaba y, cuando se daba cuenta, inhalaba y exhalaba. Sólo el modelo WF 112 poseía esta cualidad de poder imitar el cuerpo humano. Ser humano no se limitada a parecer uno simplemente. En un esfuerzo por sentirse más en paz consigo mismo, (y tal vez... conseguir que Louis lo mirase con otros ojos), Harry parpadeaba, inhalaba, exhalaba y comía cuando podía.
Cuando mencionaba que Harry era tan solo un ordenador gigante, Louis asumía que era incapaz de aprender. Pero estaba equivocado, y Harry lo sabía.
-Si eres un ordenador, sólo sigues órdenes, ¿no? -dijo un día.
- También puedo aprender... -respondió Harry.
Sentados en el sofá del salón, Tao comía fideos para cenar y Harry permanecía a su lado, con la mirada fija en la televisión. Se emitía un programa que reconoció como «divertido» donde se mostraban situaciones absurdas y consecuencias improbables. El momento álgido se produjo cuando el personaje del tío pisó una monda de plátano que su sobrina había tirado y comenzó a aullar de dolor cuando cayó al suelo.
Harry no entendía esa clase de humor, pero a Louis le gustaba. Cuando Louis se rió, Harry lo miró por el rabillo del ojo. Su sonrisa. Sus propios labios temblaban cada vez que veía u oía reír a Louis. Eso significaba que era feliz, al menos eso era lo que la cavidad cerebral de Harry le decía.
Más allá de aprender los típicos discursos humanos como la historia que había visto en los libros de Louis, Harry registraba sus reacciones faciales ante ciertos estímulos y luego trataba de emularlos lo mejor que podía. Ya tenía instalados chips para las emociones, pero prefería aprender por su cuenta antes que servirse de todos los datos que llevaba incrustados.
-¿Hay algo que te gustaría aprender a hacer? -preguntó Louis durante los anuncios.
Harry, con la mirada fija en la pantalla de televisión, dijo: «A cocinar.» El personaje de la sobrina en la serie de televisión había estado intentando crear un magnífico plato para su tío y casi terminó dislocándole las piezas tibio-femorales.
-A cocinar... mmm, creo que podría ser bastante fácil -Louis se levantó y condujo a Harry hacia la cocina con el tazón de fideos vacío en la mano-. No quiero preparar nada demasiado laborioso o caro, así que... -Abrió una de las alacenas y sacó un paquete cuadrado de color naranja. Más fideos-. Es imposible que esto te salga mal... -prometió Louis sacando una olla-. Sólo tienes que llenar esto de agua, esperar un poco hasta que se caliente, echar los fideos y esperar a que hierva. La carne, el pollo y el huevo se echan al final.
Depositó el paquete cuadrado en manos de Harry y le hizo una seña para que cogiese la olla con la mano libre.
Harry miró el paquete, memorizando cómo debían ser los fideos ideales. Con la imagen recorriendo los muchos filtros de su cabeza, empezó a calentar el agua y vació la pasta dentro cuando su reloj interno calculó que ya habían pasado unos minutos. Louis observó todo el proceso, en silencio. No hizo ningún amago de corregirlo o de pedirle que hiciese algo.
Harry revolvió la olla y, con la mirada fija en el paquete de fideos, le preguntó a Louis si tenía alguna especia.
-¿Especias? ¿Puedes... percibir sabores?
- Ya veremos... -dijo Harry tranquilamente, con los ojos clavados en las burbujas de color rojo de la olla.
Cuando terminó todo el proceso, añadió una cantidad excesiva de especias, a juzgar por el sonido ahogado que hizo Louis.
- ¿Es eso...? ¿Estás seguro de que puedes comer eso? De todas formas, pensaba que no necesitabas comer.
- Y no lo necesito. La energía que necesito la obtengo al recargarme. Sin embargo... -Harry alzó la pequeña olla y la acercó a la boca para ingerir un sorbo, tratando de captar el sabor dentro de la boca.
- ¿Y bien? ¿A qué se sabe?
Harry chasqueó la lengua, probando otro sorbo. No era capaz de percibir ningún sabor.
Louis intentó detenerlo cuando hizo amago de coger las especias de nuevo.
-¡Vaya! ¡Las vas a usar todas!
Harry vertió todo el contenido del bote de especias dentro de la olla.
Louis dio un paso atrás.
-¿Por qué has hecho eso? Haciendo que sea más picante no captarás mejor el sabor, sino que no podrás comerlo.
Harry tomó un sorbo grande, haciendo una mueca cuando la temperatura de su boca se acercó a un nivel incómodo. Sintió el calor del agua, pero su boca no era capaz de procesar el sabor.
-Me arrepentiré de hacer esto, pero... - Louis se inclinó sobre la olla y, con una cuchara, cogió una pequeña cantidad del líquido y lo acercó a los labios.
La cuchara cayó al suelo segundos después de que entrara en contacto con la lengua. Con un gorgoteo, Louis se dirigió hacia el grifo y metió la cabeza debajo de él en repetidas ocasiones, para enjuagar la boca una y otra vez.
-Creo... que acabo de ver el infierno...-dijo cuando se hubo calmado.
Harry, todavía con la olla en la mano, sintió una sensación apremiante de derrota que durante los meses siguientes se convertiría en costumbre.
Los humanos tenían sentido del gusto. Él no. Él no era humano, todavía no. Vivir con un humano había hecho que Harry se percatase de que era difícil... intentar fingir ser como Louis y luego darse cuenta de que no lo era. Louis dormía todas las noches, por lo general después de pasar un rato en su ordenador. Se iba a la cama con unas ojeras que le llegan hasta las mejillas y colapsaba, cayendo rendido en un sueño fácil.
Harry no necesitaba dormir.
Al ser uno de los modelos más eficientes, sólo necesitaba recargar la batería una vez a la semana y, mientras Louis dormía, él se sentaba y escuchaba los latidos de su corazón. En la oscuridad de la noche, en una esquina de la habitación, Harry se encorvaba tocando la frente con las rodillas.
Louis dormía profundamente y hacía mucho ruido; él memorizaba la intensidad y la frecuencia de su corazón todas las noches. Harry tenía algo parecido a un corazón cerca de su procesador central, pero no era lo mismo. No hacía ruido como un corazón natural. Con los latidos del corazón de Louis envolviéndolo, podía fingir estar escuchando los suyos propios dentro de su pecho humano.
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Be Human [Larry Stylinson]
RandomAclaro que es una fanfic Yaoi que me la recomendó una amiga y me dijo que era buena idea adaptarla a Larry... No es mi creación, lo dejo en claro. Pero, deseo que la disfruten mucho