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Dos amigos impopulares estaban caminando por los pasillos de la escuela Norrisville mientras platicaban de cierto tema aunque en verdad el único que hablaba era Howard y Randy se limitaba a responder automáticamente como si su mente volará en otro lado.

-Por eso ya no visita a mi prima Marie- terminaba de contar Howard con un poco de mímica.

-Si- decía Randy con la mirada fija en el frente mientras el resto de su cuerpo caminaba por si sólo y su mente se mantenía ocupada en un pensamiento.

Howard miró de reojo a Randy dándose cuenta de su total falta de interés ¿si quiera sabía en que lugar estaba? Con un poco de molestia raspo su garganta y penso en jugarle una broma a Randy.

-¿Te gusta la cocinera de la cafetería?

-Si- dijo Randy sin percatarse bien de la pregunta hasta que segundos después analizó la pregunta- ¿qué?- tenía completa confusión cuando por fin reaccionó.

Howard se reía como si no hubiera un mañana en pleno pasillo mientras los demás que había escuchado se había quedado viendo de reojo a Randy con cierta cara de sorpresa y uno empezó a entonar una canción- ¡Le gustan mayores!

Sin saber que hacer ante esa situación sólo decidió agarrar la mano de su amigo peli-naranja para escapar de esa situación bochornosa.

-Y después dices que no quieres mala reputación- decia Randy algo molesto con su amigo en frente de la puerta del conserje.

-Fue mi pequeña venganza por estar ignorandome Cunningham- decía Howard mientras se recuperaba del ataque de risa que había tenido hace un rato.

-Bueno por esa parte lo siento pero tenía que pensar en ciertas cosas que me pasaron- dijo Randy recordando los últimos sucesos que ocurrieron.

-¿Ahora que?- pensaba Howard- ¿no habías acabado ya con el hechicero?- decía mientras señalaba más la última parte.

-Claro que acabe con él pero ahora "supuestamente" existe algo que también debe preocuparme.

-¿"supuestamente"?- decía Howard haciendo énfasis con sus dedos.

-Es algo raro de explicar- decía Randy creando más confusión en Howard.

La campana sonó haciendo que los amigos se cayeran en cuenta de que debían entrar al salón.

-Bien es hora de presentar a los nuevos- decía el profesor recogiendo los papeles.

-Casi llegamos tarde otra vez- decían el par de amigos que se habían concentrado tanto en su plática que olvidaron las clases.

-Bien Buky presentate- decía el profesor con notable desinterés.

-Eh profesor yo no soy nuevo- decía Buky señalando el papel que tenía en la mano- se confundió de hoja.

El par de amigos no pudieron evitar soltar unas risitas luego empezaron a hablar por lo bajo ignorando a los nuevos estudiantes.

Hasta que una voz femenina sacó de los pensamientos a ambos chicos, en especial a Howard. Ambos amigos alzaron la mirada y se encontraron con una chica peli roja que disimuladamente guiñaba el ojo en forma de coqueteo. Al instante los chicos quedaron embobados cuando la notaron.

-Es sin duda una chica atractiva- dijeron mientras veían a la peli roja sentarse en un lugar cercano a la ventana.

-Torpes- dijo la chica flautista al notar la cara que pusieron todos los chicos del salón.

Randy sacudio su cabeza tratando de ignorarla ¿qué tal sí era la hechicera disfrazada? Hablando de la hechicera ¿donde estaba ella ahora? Se quedó pensando un rato hasta que dijo algo en susurros- eso es- ahora su mente se sentía iluminada.

Howard por otra parte estaba bastante entretenido a la chica peli roja que hacía movimientos delicados al sacar las cosas de su mochila.

-Howard- dijo Randy mientras pasaba su mano enfrente de los ojos de su amigo pero esto no resultaba.

Hasta que el propio profesor hizo un ruido tan fuerte sobresaltando a todos los distraídos.

Por otro lado en la compañía de McFist se llevaba a cabo una discusión de pareja.

-¿No se te ocurrió contármelo por lo menos?- decía la mujer de manera enojada.

-Era un secreto de los McFist- decía Hannibal tratando de evitar el enojo de la mujer.

-¿Secreto de los McFist?¡Mi Bash ya es un McFist! Tenía derecho de que se le pusiera a prueba.

-Es algo que fue dicho por mi padre- decía el rubio rascándose la cabeza.

Detrás de la puerta se encontraba Viceroy tomando una taza de té- por éso estoy soltero- decía orgulloso de si mismo mientras era observado por la robosimia.

Siguieron discutiendo un buen rato hasta que por fin Hannibal dijo algo que la llegó a convencer un poco.

-Esta bien Bash será puesto a prueba también- el rubio apretaba los dientes con cierto enojo.

La mujer quedó un poco convencida pero con eso le bastaba por ahora. Las puertas se abrieron haciéndola dejar la oficina mientras Vicerroy entraba con el ceño un poco fruncido.

-¿Acaso quiere terminar en la quiebra?- decía el científico cruzado de brazos.

-Bash participará peor no ganará de eso estoy seguro- decía Hannibal recostandose en su silla- al menos eso espero.

-Esa mujer es capaz de insistir- decía Viceroy que apuntaba con el dedo- pero bueno para olvidar ese infortunado incidente le traigo noticias que tal vez lo alegren.

-¿Si?

-"Tal vez"

-Sólo escupelo.

El científico se cruzó los brazos por un momento para luego dirigirse a una campana que había en la mesa- ya es hora- partió la campana a la mitad dejando visible un botón de color verde.

-¿De verdad ya está listo?

-Si de verdad- presionó el botón.

Una parte del piso se elevó y dejó al descubierto 5 filas de guerreros que parecían aún vivos y a la vez como estatuas.

Retorno del ninjaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora