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Antes de darme cuenta me encontraba rodeada de arboles, estaba oscuro y era difícil ver, pero los gritos y ladridos guiaron mi camino. Cuando logre llegar vi a un joven vomitando, pálido y temblando del miedo, era como si hubiera visto un fantasma, él parecía no poder sostener la mirada con lo que estuviera en el agujero que el perro seguía escarbando. Me acerque para ver que era, al principio solo vi cabello y conforme me fui acercando pude ver una cabeza, no podía distinguir sus rasgos por lo borroso de las imágenes, pero tenía un collar, uno con un nombre, Agata. Por un momento recordé mi objetivo, encontrar a Agata Grin, al recordar su nombre la imagen se volvió clara. Hasta cierto puente no parecía un cadáver, su piel estaba pálida, pero sus rasgos estaban intactos, no tenía sangre, el maquillaje seguía perfecto y le habían cerrado los ojos, de no ser porque estaba enterrada hubiera podido creer que solamente estaba durmiendo. No pude evitar observarla, estaba completamente segura de que no la conocía, pero nuevamente la voz insistía. "La has visto antes."
"¿Dónde y cuándo la he visto?" me pregunte a mí misma, si tan segura estaba, debería tener una imagen, algo que me hiciera creerlo, y si la tenía, por unos segundos recordé el sábado, lo solitario de las calles y a tres chicas esperando el bus. No había puesto mucha atención a lo que veía, solo estaba dejando pasar el tiempo mientras mi padre y Morgan hablaban, pero podía recordar el rostro de ella con total claridad, incluso su ropa era la misma de esa noche.
"¡NO LAS TOQUES!"
Tan pronto escuché el grito voltee a ver, pero solo sentí el viento pasar, para cuando volví la mirada al frente, vi al muchacho y a su perro, que habían reanudado sus intentos por desenterrar el cadáver, hechos trizas entre las fauces de una bestia. El olor a sangre y el sonido de huesos rompiéndose inundaron el ambiente, intente alejarme, pero mi cuerpo estaba temblando tanto, que solo logre caer torpemente al suelo, trate de repetirme una y otra vez que solo era un sueño, que nada me podía lastimar, que no era real. Pero tan pronto ese monstruo se me acerco y me vio directo a los ojos, mi corazón se detuvo, podía sentir su pelo enmarañado, el olor fétido de su hocico combinado con la sangre, era demasiado real, simplemente se sentía demasiado real para ser solo un sueño. De alguna manera logre hacerme hacia atrás, por unos segundos la criatura no parecía saber que pasaba, me veía casi como si yo no estuviera ahí y a la vez sí, comenzó a gruñir, sabiendo que se iba a lanzar a atacarme comencé a correr. Quería creer que simplemente se había vuelto una pesadilla, que tan pronto algo malo pasara, despertaría, que estaría bien, pero no estaba dispuesta a averiguarlo dejándome comer.
Corrí tanto como pude, sabía que había tenido ventaja, no había escuchado a la bestia moverse hasta que estuve considerablemente lejos, y a pesar de eso no había tardado en alcanzarme, tenía que hacer algo, si no lo hacía iba a morir, pero que podía hacer. Preparándome para lo que parecía ser inevitable sentí a alguien empujarme, y desperté, me había caído de la cama. Estaba sudando frio, tenía el pulso acelerado y por mucho que lo intentaba no dejaba de temblar, tenía las imágenes grabadas en mi mente a tal punto que con solo cerrar los ojos podía verlo, incluso sentir su pelaje y percibir su aroma, un recuerdo ciertamente aterrador.

Tan pronto mi cuerpo dejo de temblar intente levantarme, y en cuestión de segundos otra vez estaba en el suelo, mi equilibrio todavía no había vuelto, y por primera vez desde que desperté note que estaba viendo borroso, y si lo analizaba también todo en el sueño había sido borroso, aunque era distinto, no fue igual que en los anteriores, había algo más vivo, más fuerte, algo que no solo me dejaba ver, no era como si hubiera tenido un sueño, era casi como si realmente lo hubiera vivido, sentía que tenía en mi mente la imagen borrosa junto con la real, pero la borrosa era la única que todavía podía recordar.
"¿Qué está pasando?" termine diciendo en voz alta, y sabiendo lo tonta que era mi pregunta comencé a reír, era obvio lo que estaba pasando, me estaba volviendo loca, y aun así una parte de mi insistía en que esa locura tenía sentido, que todo lo que estaba pasando tenía una razón, y realmente esperaba que fuera así, no tenía muchos deseos de terminar en un manicomio.

DeliaWhere stories live. Discover now