capítulo 7

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La noche era fría,la luna hacia brillar las estrellas a su al rededor

Ya pasaba de la media noche y un pequeño peliverde se encontraba debajo de un árbol observando sus manos y brazos

Más cortes y cicatrices se habian sumado desde la última vez que contó, pero aún así eso no lo desanimaba, una vez miro una entrevista de all might en la el mismo héroe número uno dijo

"Las cicatrices son señales de que sobreviviste, que no te molesten"

Solo que se las había causado el mismo en su entrenamiento cotidiano

—aun necesito hacerme más fuerte— fueron las palabras que salieron de la boca de izuku mientras se colocaba de bueno sus vendas

Se necesitaba apurar o nuevamente su mamá le iba a gritar por llegar a las dos de la madrugada siendo que tenía escuela a las 8 de la mañana, pero ya se había acostumbrado

Rápidamente comenzo a correr,su casa estaba cerca, unos cuantos kilómetros

Afortunadamente parecía que su suerte había aumentado, puesto que las luces de su casa estaban apagadas, supuso que su madre ya estaría dormida

Tratando de no hacer el mas mínimo ruido, giro la manija de la puerta pero el inevitable chillido que está hacia al abrirse hizo que se diera una  cachetada mental, una vez estuvo adentro trato de cerrarla lo más rápido posible, para que el chillido cesará rápidamente, gracias al dios, la parte más dura de su intromisión había acabado

Caminando en cuclillas, se movió rapidamente de las escaleras hasta estar frente a su cuarto, el realmente agradecía entrenar todos los días, puesto que su rapidez y sigilo eran algo bastante buen para estos casos

No pudo evitar dar una mirada a la puerta de la habitación de su madre, las luces de su cuarto estaban apagadas, bueno, estaba seguro que resiviría  un sermón por parte de ella en la mañana

Sin pensar lo mas entro a su habitación, estaba dispuesto a darse una ducha, para su suerte, el baño estaba algo alejado de sus habitaciones, a si que su madre no escucharía el ruido que aria  mientras se daba una ducha

Rápidamente encendió el interruptor de la luz cunado una voz que reconocía perfectamente invadió la habitación

—¡midoriya izuku, ¿se puede saber dónde te encontrabas a altas horas de la madrgada!?— pregunto la joven mujer recargada en la ventana del peliverde con un tono de preocupación y molestia

—¡santo Gang orca!— dijo izuku sosteniendo su pecho tratando de calmar su respiración agitada— mamá tienes que enseñarme tus habilidades para ocultar tu presencia de esa forma— dijo izuku con un leve brillo en sus hijos con un toque de miedo

—¿que te enseñe que cosa?—pregunto la mujer alzando una ceja molesta— no esto aquí para tus juegos jovencito—¡escuhame muy bien, estoy bastante molesta de que estés hasta tales horas fuera de tu casa!— dijo ahora más enojada que preocupada—¿por que lo haces?, ¿No ves que me muero de la preocupación?, Ni siquiera sé si estás bien,ni tu ubicación— la mujer solo observo al pequeño peliverde el cual solo mantenía fija su mirada en el suelo sin decir una sola palabra— izuku respondem—

—¿quieres saber por qué lo hago?— inko se sorprendió de que izuku la interrumpiera, pero más que eso, era que su voz se encontraba irritada— tu no me diste a luz con un quirk, es por eso que me tengo que esforzar más que los demás, si un chico con quiero corre un kilómetro, yo tengo que correr 10, si un chico con quirk da mil saltos, tengo que dar diez mil, si quiero llegar a ser un gran héroe en el futuro, al menos tengo que ser capaz de estar a la altura de mis compañeros, si no, ¿como seré un héroe?— los ojos de izuku estaban reteniendo unas pequeñas lagrimas, pero no salieron— por eso es que— izuku Alzo la vista, no pudo creer lo que veía, su mamá estaba llorando cubriendo su boca, maldición, se puso a pensar todo lo que dijo, al parecer el le había echado la culpa a ella por haberlo dado a luz sin ningún quirk— mamá yo— el pequeño peliverde fue interrumpido

Solo una puerta más Donde viven las historias. Descúbrelo ahora