Cada palabra dicha por Sasuke fueron como cuchillos perforando mi piel, lo peor fue verlo llorar no me importo nada mas solo quería que no llorase mas, después de mucho tiempo volví a probar eso labios suaves y perfectos que me volvían loco, porque tuve que cambiar todo esto…definitivamente Sasuke no merece a alguien como yo.
Estuvimos mucho tiempo entre besos y abrazos consolándonos por aquello que queríamos recuperar, desconozco el momento cuando nos quedamos dormidos, aún así descanse con una tranquilidad y paz que extrañaba. Cuando desperté lo primero que vi fue a Sasuke acostado entre mis brazos, me quede atontado mirando la bella imagen de su rostro. Después de mucho rato finalmente despertó con una pequeña sonrisa -Buenos días – le dije para después darle un pequeño beso, aquel beso fue como un pacto en silencio; acordamos olvidar todo tal ves, no importa solo queríamos ser felices.
-Buenos días, ¿quieres que te prepare el desayuno…?- mientras hablaba se fue levantando de la cama de forma lenta así hasta que salió del cuarto, dudaba si debía seguirlo o que debía hacer, luego de un debate interno termine siguiéndole.
Al salir del cuarto me tope con una ventana, al parecer serian entre las 8 o 9 de la mañana. Llegue a la cocina, la cual era pequeña como toda la casa no sabia donde estaba pero ahora eso no me importaba. Pasamos todo el día de forma cariñosa, al igual que los siguientes días, en total paso una semana donde todo pareció volver a la normalidad.
Solo espero que Sakura y Hinata no hagan ninguna estupidez.
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