Lemonade •‖Sysack‖･

↬¡Limón!↫

Era una tarde bastante fresca, la brisa soplaba con delicadeza, las hojas volaban y rebotaban por todo el césped, el sol poco a poco iba bajando, el cielo era pintado de un hermoso naranjo, rosa y celeste. Una hermosa tarde, si me lo preguntan.

Un pequeño niño con unos cachetes que dan ganas de besar, una hermosa sonrisa y ojitos color oliva, corría por todo el parque con una figura del inigualable Superman.

Se imagina que aquél volaba por todo el parque, con sus delgados labios hacía sonidos como "Pum" "Waa" "Bam".

Gotitas de sudor corrían por su frente, pasó su brazo por esta para así poder quitarse el molesto sudor que entraba por sus ojos oliva.

Saltó una gran roca, casi tambaleando cuando sus pies impactaron con el sendero de cemento, dejó de correr cuando ya su pancita comenzó a doler.

Bajó la velocidad de sus pies, y dió zancadas, dejó entre abiertos sus labios para que así el aire entrará con más rapidez por sus pequeños pulmones, se acercó una de las bancas y se sentó.

Su pecho subía con fuerza, posó su manita en dicha zona y soltó un suspiro, dejó la figura de Superman al lado de él y siguió tomando aire.

- Qué lindo. ~ -Susurró otra voz llamando su atención.

Miró a su lado y allí se encontraba un niño de su misma estatura, con ojitos color cielo.

El pequeño miró con asombro la figura que tenía el niño, nunca había visto una figura tan genial como esa, alzó sus manitas hacia el muñeco con la esperanza de tomarlo, pero el de ojos oliva fue más veloz y lo tomó para enredarlo entre sus brazos posesivamente.- Es mío. -dijo aferrándose con más fuerza al muñeco.

El rostro del contrario cambio de uno entusiasmado a uno de tristeza, sus labios se curvaron hacia abajo y jugó con sus manitas, por un momento el castaño se sintió mal por lo que había dicho.

- Ok... -Susurró moviendo sus piernitas torpemente, una acción bastante tierna en mi opinión.- Yo me voy... -se dió media vuelta con sus piernas y comenzó a alejarse lentamente del otro.

El de cabellos castaños suspiró y bajó del banco para agarrarle el brazo y detenerlo.- Tomá... si quieres te lo puedo prestar. -Estiró el muñeco hacía su persona, el contrario sonrió. Aquella acción por alguna razón hizó que sus mejillas se calentaran y se pusieran rojas como los tomates de la ensalada de mamá.

El pequeño iba a tomar el muñeco, pero lo alejó de su mano, cosa que hizo que le mirará sin entender.- Pero no lo dañes, mi mami me puede regañar si se le hace algún raspón. -El niño asintió para luego tomar el muñeco.

Lo abrazó con tantas fuerzas y con una bella sonrisa pintada en su rostro.- ¡Gracias! -Lo alzó y lo miró- Me gustaría tener uno así. -Toqueteo sus manos.- Pero de Batman, él es mejor.

Aquello hizó que el contrario se molestará.- ¡Mentira! -dijo con una mueca.- Superman es mil veces mejor que él. -Se cruzó de brazos.

- Nop. -Negó con su cabeza varias veces.- Batman es mejor por... -Pero no pudo terminar de hablar cuando escuchó como le llamaban.

- ¡Andy! -Los dos niños dirigieron sus miradas de dónde provenía la voz, encontrándose con una mujer que les doblaba la altura.- ¡Me asustaste! no puedes desaparecer así de la nada. -Regañó.-

El niño asintió y agachó su mirada causando que la chica muriera de ternura.- Lo siento.-

- ¡Agh! No puedo enojarme contigo por lo tierno que eres. -Desordenó sus cabellos pelinegros, el pequeño sonrío con sus labios pegados.