Cartas Anónimas.

Capítulo II

  II. El inicio de una amistad.

Según Google, nerviosismo es cuando alguien tiene una excitación nerviosa, alguna inquietud o falta de tranquilidad. El nerviosismo para mí es cuando cada parte de tu cuerpo se une para hacerte sentir cansado, tu cerebro o tu estomago se pelean sobre cual puede hacer más daño, el cerebro gana, pero el estómago no sé queda tranquilo y me hace perder todo tipo de apetito. Ser la nueva era un tema que me hacía sentir mal, por la razón de no saber cómo se manejan en ese lugar.

Baje del autobús mirando como Xiaomy se adelantaba, "no te voy a dejar en tu primer día, no soy tan mala" sabía que no tenía que confiar en ella, que Xiaomy se iría tan rápido como pudiera y que tendría que ver cómo llegar a mi curso por mi cuenta. Mi hermana se giró a mi dirección y me sonrió levemente avergonzada.

"La traición, la decepción hermano "

Mi mirada transmitía mi mensaje, cuando ella entendió su boca hizo una perfecta O.

-¡No tuve elección! - Me grito mientras caminaba hacia atrás, con sus brazos extendidos, alejándose cada vez más de mí. Bufe y empecé a caminar en busca de alguna autoridad que pudiera darme indicaciones, observaba todo a mi alrededor, habían murales de fotos de personas de promociones que supondría que son pasadas, otros eran artísticos, para expresar alguna inconformidad o para darle la bienvenida a los nuevos estudiantes, al igual que habían unos pocos sobre uno que otro de clubes que seguramente eran de la escuela. Todos tenían sus uniformes, algunos gritaban, otros hablaban tratando de pasar desapercibidos, escuchaba música, veía gente bailar, cantar y hasta incluso una que otra persona peleando amigablemente. Estaba perdida entre toda esa multitud, que parecía poco a poco ir aumentando, todavía no lograba visualizar a alguna autoridad o persona no menor de los 18-19 años. Me acerque a una chica que jugaba en su teléfono, maldiciendo cada vez que la mataban, frente a ella, estaba otra, que estaba colocándole su nombre a sus cuadernos, -lo sabía porque desde mi lugar ver leer como su caligrafía era casi perfecta, con unos movimientos suaves y hasta incluso delicados, llegue a apreciar como en un lado estaba escrito la palabra "Nombre: Diana Hernández"-.

-¡Hola!, estoy un poco perdida y necesito encontrar el curso de 4B de secundaria, ¿Podrían ayudarme? – La chica, la cual parecía llamarse Diana, dejo de hacer su trabajo, levantando la mirada de su cuaderno, con una sonrisa que podía compararse con la de un sol, su rostro estaba iluminado por las mismas estrellas, verla era uno de los regalos más bonitos que podía darte la vida, y sin esperarlo, sin querer o sin planearlo una sonrisa involuntaria se escapó de mis labios, su felicidad era capaz de hacerte sonreír, y esta no iba a ser la excepción.

-¡Claro!, yo voy a tu misma sección y estaría encantada de ayudarte, mi nombre es Diana, ¿Cuál es tu nombre?- Cada palabra que salía de su boca lo hacía con una facilidad deslumbrante, la seguridad parecía ser su mejor amiga y la amabilidad su confidente, algo en Ellie se removió, quería ser amiga de esa chica, iba a comenzar haciendo un cambio, su mirada era decidida, en su interior había firmado un pacto para conseguir su amistad, lo había tomado muy en serio y no iba a parar hasta lograrlo.

-Mi nombre es Ellie, encantada de conocerte...

     No todo lo que ella veía era real... Pero eso lo descubrí muy tarde....