i love apples !

466 76 57
                                    

La primera vez que sicheng vio una manzana fue cuando tenía al rededor de seis años. Todo sucedió cuando él coloreaba en su cuaderno mientras veía la televisión, en las caricaturas que se reproducían apareció la imagen de la fruta roja, todos hablaban maravillas de ella, o eso es lo poco que recuerda de ese momento, solo sabe que desde entonces quedó fascinado por esa fruta y deseaba con todo su ser probarla finalmente. 

La primera vez que probó una manzana fue poco tiempo después, salió al patio trasero de su casa a jugar y vio una pequeña manzana en el suelo, se extrañó pues en ni su casa ni en la de su vecino había un árbol que diera esas frutas, el árbol que había en su patio ni siquiera daba frutos, solo daba sombra y brindaba refugio a animales, como a esa linda familia de aves que más de una vez vio posadas en las ramas; otra cosa que lo extrañó, fue que su perro le ladraba a la manzana, sí, su perro ladraba por mínimas cosas pero, ¿por una fruta? A pesar de la desconcertante situación, se acercó a la manzana y la tomó con su manita, la inspeccionó un poco y le dio una gran mordida. 

¡Era deliciosa! mucho más de lo que imaginó, mucho más de lo que sus amigos le dijeron, era simplemente espléndida, un descubrimiento para su inexperto paladar. De inmediato se enamoró del sabor, la textura y la sensación del jugo escurriendo. Se sumergió tanto en disfrutar de cada bocado que no escuchó a su madre llamándolo para merendar, tampoco escuchó los pasos apresurados de su madre al verlo parado justo donde vio aquella pequeña manzana que ahora devoraba, solo escuchó el grito horrorizado que dio su madre al verlo sonreírle con sus dientitos llenos del jugo que botaba la manzana (al menos, eso creía él que era el líquido que sentía escurrir hasta su pecho) además de tener trozos de manzana entre cada diente. 

Desde entonces, sicheng se volvió adicto a las manzanas, todas, todas, toditas le gustaban, también en distintas preparaciones, en pie, en jugos, en ponqués, cualquier receta posible él ya la había probado y se había fascinado con ella. Todo fue más a su favor cuando conoció a Yuta, un chico algo mayor que él que entendió su obsesión con esa fruta. Incluso, poco tiempo después descubrió que el mayor también compartía ese amor por las manzanas, ahora, que llevan algunos años juntos, Yuta siempre le trae manzanas a sicheng, de distintos sitios, tamaños y sabores, todas siendo disfrutadas al máximo por el chino. 

꒰。 › ·̮ ‹ 。꒱🍎

Sicheng se levantó a la misma hora de siempre, solo que hoy era un día especial. Además de saberse la fecha de memoria, en el calendario de hello kitty que tiene en su mesa de noche estaba marcada con colores y resaltadores, también algunos stickers que yuta le había dado, no tenía nada escrito, únicamente con esa decoración sabía de qué fecha se trataba. ¡Era su aniversario con Yuta! exactamente, cinco años desde que se habían dado aquel beso que fue el sí definitivo ante la propuesta del japonés. 

Sicheng se lavó los dientes y se duchó, se vistió y bajó a la cocina. Se tropezó con algunos árboles en el camino, pues habían muchísimos regados por todo el suelo, acarició dos plantas que colgaban justo sobre la sala de estar y llegó finalmente a la cocina, saludó a sus padres, que se hallaban sentados en el comedor, sin embargo, no recibió respuesta de ninguno de los dos, cosa que lo entristeció pero no dejó que eso lo desanimara, siguió con su enorme sonrisa y abrió la nevera en búsqueda de una manzana para desayunar, tomó la primera que tuvo a su alcance, le dio un enorme mordisco pero de inmediato la escupió, estaba vieja, casi podrida aunque a su vista estaba perfecta. Dedujo que era de las que Yuta trajo a principios de mes y la desechó, tomando otra que sí se encontraba en perfectas condiciones. Pasó el resto de la mañana comiendo y dibujando, fue a su cuarto, regresó a la sala y repitió lo mismo por las horas restantes hasta que yuta llegara al fin. 

🍎 ❛ APPLE + yuwin ༉‧₊˚✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora