•Iremos a Roma•

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Axel's Pov

- Venus, apresúrate- reclamé con impaciencia

- ¿Puedes esperar?- preguntó alterada- no consigo mi pinza del cabello

Analicé la habitación rapidamente buscando algo con lo que ella pueda recoger su cabello y dejar de retrazarnos, logro ver una goma negra sobre su mesita de noche, la tomo y me acerco a ella que está frente a su tocador buscando una pinza. Tomo un peine que está ahí

- Quedate quieta- le ordeno y comienzo a peinar su cabello para atarlo en una cola- Listo

- Gracias, ¿Donde aprendiste a peinar?- preguntó pasando su mano sobre la cola que acabo de hacerle

- De pequeño me gustaba hacerle trenzas a mi mamá- respondí- siempre me encantó su cabello y amaba peinarla

Una vez que Venus estuvo lista -esa mujer se toma su tiempo- salimos de su departamento en dirección a mi auto, un descapotable clasico color negro.

- Señorita- le abrí la puerta a Venus e hice un gesto de caballerosidad

- Gracias- respondió con una sonrisa estando dentro del auto

Subí al asiento del piloto y encendí el auto. El camino se hacía agradable, el viento golpeando nuestros rostros, el hermoso cabello de la chica que me acompaña volando por la brisa, por un momento deja caer su mirada en mí y sonríe, como si sé sintiera plenamente felíz. Había un cómodo silencio, que al llevar dos horas dentro del auto, Venus decide acabar con el mismo. 

- Axel, ¿A donde vamos?- pregunta irritada por el tiempo que tenemos en carretera

- Te estoy llevando a Roma.

(***)

Tres horas con cincuenta y un minutos, pero valieron la pena, despues de tanto camino llegamos a la hermosa Roma.

- Bienvenida a Roma, Venus- le dije estacionando el auto para bajar de el mismo

- Es muy hermosa- dice con tono de asombro

- Roma, la capital de Italia,- comienzo a hablar como si fuera un profesor dictando una clase- es una extensa ciudad cosmopolita que tiene a la vista casi 3,000 años de arte, arquitectura y cultura de influencia mundial.

- ¿Tres mil años?- pregunta con gran sorpresa

- Sí- respondí- Así mismo, las ruinas antiguas como las del Foro y el Coliseo evocan el poder del antiguo Imperio Romano. La ciudad del Vaticano, sede central de la Iglesia católica romana, cuenta con la Basílica de San Pedro y los Museos del Vaticano, que albergan obras maestras como los frescos de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel.

- ¿Iremos a la capilla? Siempre quise verla- suplicó

Estabamos en el centro de la ciudad, por tanto era facil llegar a los sitios caminando. Ya habiamos pasado por el Vaticano y la capilla sixtina, nos encontrabamos camino al foro

- Axel, todo esto es impresionante- dice la preciosa Venus con emoción- las obras de Miguel Ángel en la capilla, las calles de la ciudad...

- Espera a que lleguemos al coliseo- le digo- pero antes de eso, he aquí el foro

- Muy hermoso, fantástico.- los destellos de emoción y asombro en su mirada me dejaban perplejo

- Van a ser las 16:00pm, deberiamos volver al auto, el coliseo queda un poco lejos

- Está bien- caminó a pasos largos para llegar a mi lado- Axel mira, accesorios del sistema solar, ¿Por qué los venden hoy?

- Lo verás más tarde- le digo con una sonrisa- Buenas, ¿Qué tal?- saludo cordialmente al señor de los accesorios aprovechando que Venus se distrajo- ¿Qué tiene que sea del planeta Venus?

El señor me mostró varios brasaletes, pero llamó mi atención un collar con colgante de Venus, el planeta tallado en cristal azúl y violeta, ¡Le encantará!

- Muchas gracias, señor.

- ¿Por qué te tardas tanto?- gritó Venus ya exasperada

- Estaba comprando esto- dejo que ella vea el collar- Para tí, ¿Puedo?- le pregunto haciendo una seña para colocarselo

- Claro- accedió dándome la espalda- gracias- me dijo una vez puesto el collar

Al llegar a las puertas del coliseo, Venus quedó impactada, lucía como una niña pequeña descubriendo el mágico mundo que hay en su jardín, dejó lucir su hermosa sonrisa.

- Bienvenida al coliseo de Roma- hice un gesto de invitación a que entrara

- ¿Podemos sentarnos allá?- preguntó señalando el punto más alto del lugar- quiero admirar la ciudad

- Tus deseos son ordenes.

Caminé con ella hasta llegar al sitio anhelado, suspiró y tomó asiento

- Ven, siéntate junto a mí- palmó el suelo a su lado, hice lo que me indicó- esto es hermoso, gracias.

- No hay de que- le respondí- pero, quisiera pedirte algo

- Dime, dependiendo de que trate veré si puedo ayudarte- habló con empatía

- ¿Me enseñarías a bailar?- pregunté en un tono apenas audible

- ¿Qué?, ¿Podrías decirlo otra vez?, No te escuché muy bien- vaciló un poco con su palabras

- ¿Qué si me enseñas a bailar?

- Claro, ¿Por qué no?.

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Hola, hola, ¿Qué tal están? ♥️
¿Pensarón que me había olvidado de ustedes?, Pues no, he vuelto y con capitulos más emocionantes.

Les compensaré todo el tiempo que estuve ausente.

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