Fighting Dreamers | Kakashi Hatake y tú.

Capítulo 17 | Oscuridad.

Los pocos Akatsuki que quedaban estaban dándose a conocer más, aún que nuestra misión de debió por ellos, tenía que detener a mi hermano.

Mientras entrenaba a los pequeños de la academia, me tocó darles unas pequeñas clases de Justus médicos al Equipo de Konohamaru.

—Bien, antes de empezar, Muéstreme lo que saben saber.— Konohamaru mostró su Justu sexy, terminó con un buen chichón en cabeza de mi parte.

Después de terminar, tenía la tarde libre para entrenar, fui al campo para lanzar, activé mi Sharingan.

Mientras entrenaba mis ojos detectaron un movimiento, hice un movimiento rápido, para terminar sostenido mi kunai cerca de su cuello.

—Linda forma de conquistarme, cariño.— Kakashi se ríe nervioso.

—No hagas eso, un día de estos te puedo matar.

—aahhh, la Hokage me dió una tarea especial con el antiguo equipo 7 ¿Quieres Venir?

—Pensé que querías ser más discreto con nuestra relación, creo que es mejor que vayas ustedes tres, han pasado 3 años desde su última misión.

—Bueno, esta vez será diferente, podrías ir en sustitución de Sasuke además Naruto y Sakura solo saben de nuestra relación.

—Espero que Tsunade apruebe esto.

—Descuida, ella lo aprobará, además debes de confiar en tu maestra después de todo.

—Está bien, Senpai.—Kakashi se sonroja y se ríe nervioso.

—No tienes que decirme Senpai además eres novia, te considero mi igual.

—Fuiste mi líder en nuestra misión como ANBU, eres mayor que yo y hay muchas razones por la cual eres mi Senpai aún que seas mi novio.

Fuimos a la aldea por algo de comida cuando desde lejos veo corriendo hacia nosotros a toda velocidad, Kakashi me pone detrás para protégeme pero sólo era Gai y Lee.

-¡Kakashi! Ya me enteré que estas de manita sudada ¡Estoy feliz por ustedes!.— Gai nos abraza a ambos muy fuerte, demasiado, no podíamos respirar. Esperen, ¿Está llorando?

—Al fin pudiste liberar la oscuridad de su corazón, ____ san...—¿Oscuridad en su corazón? ¿De que habla?

Gai nos dió uno de sus discurso sobre el amor y la juventud hasta que nos soltó Pero no podía dejar de pensar en lo que había dicho primero.

—¡Felicidades ____ y Kakashi sensei!.— Rock lee casi lo grita.

—Podrían bajar la voz, tratamos de mantenerlo en secreto, se supone que nadie la aldea lo sabe más que el equipo 7.— Kakashi suspira cansado.

—Gai, creo deberías conseguirte a alguien, lo digo por nuestra rivalidad.— Gai se asusta y hace una pose ridícula como de derrota

—Tienes razón mi eterno rival, me haz vencido de nuevo, pero no me rendiré, no me quedare atrás pelos blancos, conseguiré a una chica.— Vuelve a hacer otra pose ridícula.

Kakashi y yo nos alejamos de Gai y extraño alumno. Crucé mis brazos y el lo notó.

—No me vean como parte de su competencia, parecen unos niños.—Kakashi se ríe.

—Solo lo dije para quitarme a Gai de encima, además le ayuda a no solo pensar a entrenar y tener una vida más normal.— Lo dice con una plena seriedad y seguridad.

Ay, que haría sin él, partiríamos al día siguiente. Me quedé en la antigua habitación de sasuke después de la masacre, ya que pensaban demoler el distrito Uchiha.

Estaba mirando hacia la ventana cuando siento su presencia, solo me río y le hablo.

—No tienes que esconderte, puedes tocar la puerta, Yamato.— De la pared sale Yamato.

—Lo siento ____ Senpai, Sakura me pidió que le diera estas bolitas de proteína para el camino, por cierto saben horrible, no le diga que le dije...— Yamato se acerca a mi con una canasta.

—Yamato no tienes porque decirme Senpai, ¿Puedo preguntarte algo? Es sobre Kakashi.— Yamato escucha atentamente.

—Se que conoces a Kakashi desde hace mucho tiempo, Gai habló sobre algo de oscuridad en su corazón ¿A que se refiere?— Yamato deja la canasta a un lado.

— como sabes, Kakashi es temido por muchas naciones, era conocido por ser ninja sangre fría, solo obedecía las órdenes, pudo matar a sus compañeros por cumplir la misión, Obito y Rin.

— No fue su culpa pero la carga al igual que la muerte de su padre y la de Minato, aveces quisiera aliviar su dolor y no puedo.— Empencé a llorar.

—Pero ya lo haces, el ya tiene una luz que puede iluminar esa oscuridad.

—¿De que hablas, Yamato?.

—Tu, eres su luz.— Me quedé paralizada.

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