•Club Fairy•

Club Fairy: Prologo

Hoy pasaré otro día en el club Fairy, antes solía pasar las tardes allá, tomando alguna que otra copa, pero la última vez que fui..
Me contrataron.

¿Qué es el club Fairy? Ni yo sabría explicarlo bien. Lo titulan como uno de esos lugares de "Damas de compañía" pero realmente no lo parece.
Lo describiría como un lugar de juegos de azar y mujerzuelas, aunque en varias ocasiones hay karaoke. Es mas bien un bar multiuso.

En fin, la mandamás de este lugar es una imponente chica, suele manejar el negocio, apuestas y todas las actividades del mismo
Su nombre es Erza y es mi nueva jefa.

Todo sucedió hace una semana, como de costumbre fui a pasar el rato luego de la universidad.

Era nuestro típico círculo de conversación, yo hablaba de lo mucho que amaba las nuevas novelas de Stephen kan, Natsu sobre todo lo que hacia su gato y Gray sobre el insoportable calor que hacia.

Todo iba bien, recuerdo que ví como se asomaba Erza, era la primera vez que la veía de cerca. Su cabello tapaba parte de su cara, pero eso no impedía que sus hermosos ojos destaquen.

Volteo y en un segundo, nuestras miradas se encontraron, antes de que pudiera decir algo se acercó a mi y me tomo del brazo..
"Te necesito" dijo sería y sin dudas.
Aún siento el temblor de mis manos de tan solo recordarlo. "Que podría querer la jefa del club conmigo..?" Pensé en aquel entonces, era realmente imponente y aterradora.

Me arrastro por el club, podía escuchar a Natsu gritar emocionado y a Gray preocupado "¡¿Luuucy a dónde vas?!".
En un abrir y cerrar de ojos estábamos en lo que creo eran vestidores.
Me acorraló contra la pared, por instinto cerré los ojos.
Pasaron unos cuantos segundos sin que nada pasara, cuando finalmente abrí los ojos pude ver a Erza con un papel.
"A partir de hoy trabajas aquí, tu vestuario del día de hoy es de maid♥️. No te preocupes, firmaste cuando cerraste los ojos"
Si, en menos de dos segundos me vistió y presento un contrato.

Desde ese día mi trabajo de acompañante comenzó, pensé que seria lo peor del mundo con muchísimos babosos, pero está bastante bien.

Todos los clientes que me toca atender piden cosas absurdas. Recuerdo algunos de mis clientes, un tal Gajeel, me obligó a disfrazarme de coneja, saco una guitarra y comenzo a cantar. Luego vino el tal Loke proclamando su amor por mi. Creo que el único que me pidió algo lógico fue un tal Makarov, un cliente regular, normalmente siempre me pide que hable con voz sensual, debe ser el único que comprende lo que es una dama de compañía.

En fin, ojalá el día de hoy sea más tranquilo, es noche de bebidas 2x1 así que no se que tan bien resulte.