El fin de la familia pines

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— De hecho, eh venido a hablar de Dipper.—

— ¿Cómo, No se trata de Mabel?.— miró confundido al de barba blanca.

MCcucket le lanzó una mirada a la castaña para que está le explicará a su tío lo que sucedía a lo que ella dudosa terminó aceptando.


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Sus ojos eran completamente blancos con un toque de amarillo pálido, su boca se alargó bastante a tal punto de casi llegar a tocar su pecho y lo único que se escuchaba en ese silencioso cuarto era la estática del televisor.

Unos Golpes fuertes desesperantes se escucharon en la entrada alarmando al castaño, rápidamente su aspecto volvió al de un chico normal, formó la mejor sonrisa que tenía y abrió la puerta encontrando a un cierto rubio algo nervioso y sudoroso.

—Hola chico, ¿está tú hermana?.— el rubio vió el interior de la cabaña en busca de la chica ya que dudaba mucho si entrar estando su familia dentro.

— Si, claro pasa.— al estar el de coleta rubia dentro, pines volvió a cerrar la puerta provocándole un susto al invitado — de hecho no, no está, ella y el tío salieron a ver a un hombre, pero descuida no tardarán.

El de coleta se giró para ver al castaño un poco confundido pensando que talvez le estaba jugando una broma, pero ¿Quién a sus 18 se comporta así? Y él solo le ganaba con 5.

— Ah, mejor regresó cuándo tú hermana regresé — su voz le tembló, intento abrir la puerta pero está estaba bajo llave.

— Descuida, no tardarán. ¿Sabes?, en el sótano tenemos un tesoro — pasó sus brazos detrás de su espalda al igual que una niña pequeña balanceando sus pies.

— ¿Un tesoro?.

—Ajá, con eso pagamos las deudas de la cabaña.

— C-creo que Mabel mencionó algo así. ¿Entonces es cierto? — su interés se enfocó en las palabras del chico.

—¿Quieres verlo? — amplió su sonrisa.

~

—En las hojas, él cuenta que durante la guerra fría vivió un jóven pelirrojo de nombre Philip que antes de mudarse a los estados unidos terminó en un hospital psiquiátrico.

En ese lugar reconoció a un jóven Rubio que era doctor, el médico del diablo, lo llamaban . Y una noche el Rubio se lo llevó del hospital y lo retuvo en su casa, en las hojas describe la casa... Esta casa.

Dice que el doctor tenía un cuarto secreto en el sótano, donde siguió sus experimentos con Philip y otros chicos.

Les cortó la lengua, les extirpó las cuerdas vocales y les Cosío la boca, los mantuvo en el sótano en secreto y aunque venían visitas y socializaban arriba, nadie escuchaba abajo.

— Que horror — mucito Mabel.

— Y describe su asesinato con todo y detalle.

— ¿Hablá de las muertes?.

— Exacto, y el diario no termina ahí, hablá después de morir, estar en la oscuridad con los otros, sin voz, y el frío. Y hablá de las otras cosas en la oscuridad, cosas que nunca fueron humanas.

La Posesión De Dipper PinesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora