Oikawa Tooru

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─¡___-Chan! ─llamó el castaño, buscando desesperado un CD que debería de estar guardado junto a la cajas de los demás discos.

─¿Qué? ─preguntó la muchacha desde la cocina, preparando uno que otro bocadillo para la larga noche que les esperaba.

─¿Dónde está la película de Barbie? ─tomando por sorpresa a ___, ella se inventó la excusa de haberla guardado en otro sitio, cosa que no era cierta. Se aburría de que Tōru se la pasara escuchando y cantando cada maldita canción de esa película.

─¡¿Qué?! ─volvió a preguntar, haciéndose la estúpida a propósito con el tal de que Oikawa se trague la mentira.

─¡¿Dónde está la película de Barbie?! ─bastante enfadado ya, lanzó varias prendas de su ropa hayadas en el armario, solo para encontrar su tan ansiado disco.

─Eh... ¡La puse por ahí! ─algo de sudor recorría su frente, si el castaño la atrapaba entonces significaba el fin. ¡No podría volver a ver la saga de Rápidos y Furiosos!

─¡¿Dónde?! ─ya había todo un desastre en los cuartos, con un adolescente frustrado al no tener su preciado tesoro en sus manos.

─¿Para qué quieres saberlo? ─dejó de lado la salsa a la que le prestaba toda su dedicación y hornear finalmente la pizza. Su fruncido entrecejo indicaba lo muy irritada que estaba por esa tonta discusión.

─¡La necesito! ─exclamó Tōru en el medio del pasillo, tomándose el cabello y volviéndose loco al no tener la suerte de su lado.

─¡Oh no! ¡Ni se te ocurra pensar que arruinaras ésta noche con tus infantiles películas de princesitas y la magia de la amistad! ─la bestia salió a la luz. Golpeó con algo de fuerza la masa, intentando controlarse de golpear a Oikawa.

─¡Ya dime dónde está la película mujer! ¡Mi reputación con Barbie está en riesgo! ─entró a la cocina con una vena remarcada en su frente, viendo furioso y fulminante a su novia.

─¿Es en serio? ¡La noche está en riesgo porque quisiste ver como dos hadas mágicas resuelven sus problemas con canciones absurdas! ─devolvió la mirada, atacando los marrones ojos de el chico ya llegando al límite de su pelea.

─¿Deberíamos decirles? ─preguntó Makki sentado en el sofá y echándole una mirada a Iwaizumi, quien tanto como ___ y Tōru, estaba perdiendo la calma.

─Déjalo así ─respondió Mattsun escuchando como una copa y varias cosas eran lanzadas desde la cocina.

Kindaichi y Kunimi estaban callados oyendo como la pareja peleaba sin compasión alguna. Sorprendiendoles el gran alboroto que causaban solo por una simple película de niñas.

─¿S-Siempre son así? ─tragando algo de saliva, Kindaichi miró a los tres mayores que aún sentados en el sofá, asintieron como si fuese lo más normal del mundo.

Me inspiré gracias a "Los Increíbles". ✊😔
Le puse más cositas para que
quede entretenido.
𝗦𝗶𝗴𝘂𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲: 𝗞𝗮𝗿𝗮𝘀𝘂𝗻𝗼.

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