𝗦𝗵𝗶𝗺𝗶𝘇𝘂 𝗞𝗶𝘆𝗼𝗸𝗼

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─Love me like you do... ─tarareaba mientras con una sonrisa veía a sus pequeñas flores resplandecer con sus brillantes colores. Soltó un suspiro, satisfecha por finalizar con los pedidos de la gente durante la semana, y colocando sus manos encima de su cintura mientras que estaba enorgullecida por el duro trabajo.

─Lindas rosas ─se escuchó desde detrás haciendo que ____ saltara del susto que se dio. Volteó simplemente para encontrarse a la mismísima Kiyoko, esa mujer que en su tiempo libre solía ayudarla o preguntarle por si necesitaba algo. A Murano le apenaba aceptar su ayuda, porque no quería aprovecharse de ello, pero ahora que terminó su labor ya no quedaba nada para que la azabache pudiera ayudarle.

─¡S-Shimizu-san! ¡Qué susto me diste! ─dijo ella calmándose. Murano comenzó a jugar con sus dedos, nerviosa de la situación. En cambio, Kiyoko sonreía con simpleza y amabilidad.

─Lo siento, solamente... Pasé por aquí de casualidad ─acarició suavemente los pétalos de unas margaritas, mientras que ____ la miraba atenta y silenciosamente. Admiró las facciones prolijas y preciosas de Shimizu, sonrojándose al instante.

─U-Umh, Shimizu-san hay algo que quise darte desde que nos conocimos, pero... No sé tu gusto por las flores así que, perdona si no es lo que esperabas ─habló con un tono nervioso. Jugaba con los mechones de su pelo bajo los profundos y oceánicos ojos de Kiyoko.

La contraria ladeó un poco su cabeza, y observó como Murano desaparecía entre los arbustos. Se quedó a contemplar el bello escenario que había a su alrededor, sonriendo un poco por el nulo ruido y oliendo el aroma de los jazmines.

─¡Aquí están! ─dijo ____ llamando la atención de la azabache. Alzó sus ojos, hallando a una avergonzada muchacha, sosteniendo un ramo de flores de Loto. ─Pensé que estas flores te gustarían, porque... Porque me recuerdan a ti ─murmuró las últimas palabras, haciendo que su rubor se extienda.

Kiyoko quedó un poco sorprendida al verla. Siempre recibía elogios, halagos y muchas otras cosas por su apariencia atractiva, pero ____ -primeramente- fue la única que se limitó a pensar de una manera muy distinta a la del resto. Porque ella se refería a la belleza de Shimizu, por sus sentimientos y forma de actuar, y eso era lo que la volvía alguien tan irresistible y hermosa. Un pequeño rojo decoró las pálidas mejillas de la mayor, desviando su mirada al suelo por la vergüenza.

─Pero, Shimizu-san, no te sientas obligada a corresponderme ─indicó la más baja con una triste sonrisa, solo que el brillante color de sus ojos brindaba calidez y sinceridad. ─Porque eres tú la encargada de elegir a quien te merecerá.

¿Podía esa linda mujer ser más encantadora? Se derretía por su amabilidad y consideración por sus emociones, pero ella había elegido a esa persona con la que querría una vida eterna a su lado. Se acercó bastante rápido hacia Murano, y con timidez acercó sus labios a los de ella, acariciando su cabello durante la acción.

Juró nunca haber probado esa dulzura.

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¡Hola! ¡Quien no ame a Kiyoko, venga que lo agarramos
a palazos todos juntos! ☺️

También quería decir, que el siguiente libro de escenarios
estará basado en otro de mis tantas obras Haikyuu (Is
The Type Of). Osea, que tomaré en cuenta qué clase de
pareja sería algún personaje del anime, y lo transformaré
en un escenario. ✨
Y los pedidos tendrán un orden cronológico, solo no se
desesperen por si demoro muchísimo en actualizar. ✊

ESCENARIOS HAIKYUU.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora