"Si es por ellos yo..."

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Amaya: De ahora en más se viene una parte muy importante en mi vida,  pero eso no le quita lo doloroso que fue, así que entiendan que no voy a dar tantos detalles de este periodo de tiempo, ya que sigo sin poder contarlo a la ligera sin que se me llenen los ojos de lágrimas.

¿¡Algún problema con que sea bien pinche sentimental?!
Ah, perdonen, estoy muy sensible últimamente


Bueno... Basta de rodeos, ¿Dónde me había quedado? Ah! Ya me acordé.

🌊🌊🌊🌊🌊

Estuve 5 días vagando por ahí, hasta que no pude más y me desplome en el suelo, mientras perdía la consciencia pude ver a un chico con máscara de zorro... No parecía mucho mayor que yo.

No se cuánto tiempo me quedé inconsciente... Pero estoy segura de que no fue poco.
Me desperté en lo que parecía ser una cabaña, me dolía todo el cuerpo, y, no voy a mentirles, tenía mucho miedo, al no saber dónde estaba, con quién estaba, o siquiera si estaba bien o solo era una alucinación antes de morir. Por lo que simplemente miré con detenimiento el lugar, no podía ver dónde estaba mi mochila, aunque lo que sí pude ver fue a aquel chico que había visto antes de desmayarme, estaba sentado un poco alejado, junto a un ¿Señor? El cual llevaba una máscara algo rara a mi parecer de ese entonces.

Ellos al darse cuenta de que había despertado se acercaron, y comenzaron a preguntar si estaba bien, de dónde era, o a dónde quería ir, como me llamaba y todo ese tipo de cosas... Sinceramente me sentía un poco agobiada, seguía teniendo bastante miedo; el cual desapareció al saber que aquél hombre conocía a mis padres, y que trabajaron juntos varias veces. Al escuchar su nombre lo reconocí rápidamente, mis padres solían contarme bastante de él mientras entrenabamos por las tardes de invierno

Luego de ya ponerme en un estado estable y de haber aclarado varias cosas entre los tres, me quedé hablando un rato con Sabito, no les voy a mentir, era un chico fácil de querer, tenía una forma de ser que me encantaba, me encariñe con él rápidamente, además... Me recordaba mucho a mi hermano mayor... Ya que a su lado me sentía segura y protegida... No me pregunten por qué, porque ni yo lo se. Puede que cualquiera pudiera malinterpretarlo, pero para mi era como si fuera un hermano mayor.

No era broma cuando decía que si era por ellos daría lo que fuera... Ya sea por Sabito, Urokodaki, Makomo o Giyuu, en menos de un mes ellos ya lo eran todo para mi.

(Me adelanté un poco mucho en esto...)

Al día siguiente de haber recuperado la consciencia le envié una carta a mis padres con ayuda de Urokodaki...
Se ofreció a entrenarme (así, de la nada) y yo estaba tan feliz, sin saber lo que ese camino me preparaba... Era divertido convivir con ellos, yo era un niña a la que le gustaba hacer bromas un tanto pesadas a veces, pero me había criado alrededor de chicos que si era por ellos me colgaban en un árbol o literalmente me ofrecían a un demonio para salvar sus vidas, y no es broma, una vez lo hiceron.
Amaba molestar a Tomioka, no lo se, su actitud en ese momento lo hacía muy susceptible.
Si no me la pasaba molestando a los chicos, estaba entrenando junto a Makomo en otro lugar, o me la pasaba tallando árboles o pintando, o simplemente me gustaba quedarme un rato tranquila sobre los árboles.

Ahora que lo recuerdo, casi siempre hacía coronas de flores para todos ellos, era la menor de los cuatro; por lo tanto era un poco más infantil. No se crean que por molestar más a Giyuu me caía peor, no, de hecho le tenía un poco de favoritismo, y era algo notorio, ya que al momento de hacer coronas de flores a él era el único al que se las hacía de papel, en forma de que le duraran más, sigo sin entender el por qué.

Si bien no era la más fuerte, era algo más rápida que los demás o más bien, más ágil, a mi no se me daba bien el combate frente a frente, prefería aprovechar las oportunidades de distracción, y mientras que Makomo, Sabito y Giyuu se manejaban mejor con una sola arma, yo me manejaba con dos, incluso en la actualidad cuando estoy de mal humor uso tres.

Con ellos pasé unos dos años, los dos mejores años de mi vida, pero todo acabó cuando llegó el turno de los chicos para ir a la selección final.

Insistí bastante para poder acompañarlos hasta el comienzo; ojalá jamás lo hubiera hecho, se suponía que los ibas a acompañar hasta que llegarán al lugar de la selección y luego me iba, pero pero pero, decidí quedarme por esa zona, en un momento sentí un olor nauseabundo junto al de los chicos, por instinto me acerqué rápidamente, ( no pregunten por qué o cómo entré a ese lugar ), maldito sea el momento en que decidí ir, al llegar a aquél lugar pude ver el momento justo cuando un demonio mataba a Sabito.....

No podía creerlo, no quería creerlo, escapé de aquél lugar, no quise volver junto a Urokodaki y Makomo.

Simplemente desaparecí, no quería saber nada de nadie, mi cerebro y mi corazón no podían aceptarlo. Estuve caminando por muchos lugares, preguntándome por qué la selección debía ser así.

De tanto caminar terminé llegando al pueblo dónde estaban mis padres, no dudé ni un segundo en ir corriendo a mi casa. Al estar con ellos no pude evitar ponerme a llorar, me sentía muy mal, nisiquiera pensé en mandarle una cara a Urokodaki diciendo que estaba bien o algo, simplemente no podía.

Sinceramente ese año fue fatal para mi, pero el siguiente fue peor aún....

Eso es todo por hoy, espero que les haya gustado.
Hasta la próxima ~

El Rami~🌊

○●Quiero ser feliz junto a ti●○Donde viven las historias. Descúbrelo ahora