Prologo

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— ¡Oye tonto! —aquel rubio volteó al escuchar aquella voz tan conocida.

— ¡ugghyuggh! —lo miro furioso mientras elevaba un puño—, ¡ya te dije que no me gusta que me digas así! ¡Tonto, tonto, tooooonto eres tú! —exclamó enojado.

— Como sea —rodó los ojos mientras caminaba hacia él —, todos te están buscando y tú estás aquí perdiendo el tiempo —aquel seguía dando paso relajados mientras metía las manos en los bolsillos.

El rubio recordó la razón por la que había salido corriendo, aquel malestar en su pecho y el nudo en su estómago se hicieron presentes; decidió seguir mirando con nostalgia aquel lago, eso era más interesantes que hacerle frente a lo que quisiera su compañero de equipo.

El azabache se percató de eso cuando miro aquellos ojos azules volverse tristes y regresar su vista al frente. Camino hasta estar aún lado suyo y tomó asiento en la verde hierba.

— Naruto —tarareó su nombre con suavidad.

— Hmmm —fue todo lo que recibió del rubio.

El mayor se giró a verlo: aquellos ojos azules lucían triste y, su cabello sin aquella banda revoloteaba en varias direcciones por el viento. Aquel creyó que realmente la naturaleza de su compañero era el viento, ya que su cabello, revoloteaba de una manera adorable resaltando su aniñado rostro, pero a la vez este lucia tan triste y apagado; no era para nada El Niño tonto con el que le gustaba pelear todo el tiempo.

— ¿Lo quieres tanto? —soltó sin querer, aunque, no quería saber la respuesta, por lo que volteó su vista hacia en frente.

— Yo... —susurró el más joven.

«Por favor di "No", ¡por favor!», Uchiha suplicaba en su mente.

— Susuke —le llamó, aquel se giró a verlo despacio, esperando que así grabara en su mente aquella naricita y labios rosados—. Cada que pienso en él —elevó la mano derecha para colocar la palma en el pecho del lado izquierdo—, mi corazón se acelera tanto que hasta duele... yo —siseo girando su rostro hacían él—, amo a Itachi, amo a tu hermano.

Sasuke abrió los ojos, no es que fuese una sorpresa que Naruto estuviera enamorado de su hermano, sus acciones lo delataban, pero... escucharlo de sus belfos era una sensación inquietante en su propio corazón.









— Hermano—Sasuke corrió hasta alcanzar al aludido.

—Sasuke — el aludido respondió girando a verle. Aquel quien era mayor de los dos había lucido un tanto estresado toda la semana, pero al ver a su hermano menor, relajó un poco su estado— ¿necesitas algo?

— Itachi... —siseo con molestia, estaba tan enojado que aquella persona que admiraba tanto, ahora mismo le resultaba desagradable— ¿por qué lo hiciste? —cuestionó con reclamo— ¿por qué solo no puedes aceptar los sentimientos de Naruto?

El mayor abrió sus ojos con sorpresa, su hermano menor era tan orgulloso que jamás esperó a que lo confrontara.

Debía estar muy enamorado de Naruto.

— ¡Ya basta! —grito—. No tengo que aceptar los sentimientos de alguien que no causa nada en mi... Naruto solo es un niño que no deja de fastidiarme, un niño que está demasiado mimado por solo ser el hijo del Hokage —concluyó con rudeza, aunque en el fondo de su corazón doliera por aquellas palabras.

— Eres un... —Sasuke alzó el puño pero, al instante se detuvo—. Naruto te quiere tanto que sufre por ti, él es... —bajo los brazos a los costados y cerró el puño con el que trató golpear a su hermano, con tanta fuerza—, es mi amigo y no quiero que sufra...

— Lo siento Sasuke —lo interrumpió—, será para la próxima vez —tocó su frente con dos dedos, así como de costumbre y, salió rápidamente de su hogar.

El menor se quedó ahí perplejo, sin entender siquiera el porqué Itachi salió casi huyendo.

Y es que Itachi tenía que estar en la base ANBU lo más antes posible. Itachi sabía lo que Naruto sentía por él, pero, también entendía que no podía ser, al menos no en aquella vida tan cruel y miserable. Su corazón sufría tanto como el de su pequeño hermano y el de Naruto.









— Deja de llorar como un pequeño bebé, eres un tonto, un estupido... idiota —Sasuke tomo de los hombros a Naruto y este seguía sollozando tan fuerte que en vez de darle pena, le entraba un coraje que estaba invadiendo todo su ser—. Eres un maldito niño tonto...

— Sasuke... —susurró entre llanto mientras se limpiaba las lágrimas con el brazo—. Lo amo, me duele, me duele tanto... —se quejó entre lloriqueos— ¿Como viviré ahora? ¿Como vamos a vivir sin él? —pregunto mientras abrazaba a el mayor.

Apesaré del dolor que Naruto sentía, sabia que Sasuke sufría más que él. El dolor de su corazón no se comparaba con el de su compañero y, lo sabía, pero... solo, es que Itachi era su primer amor, no podía superar ni daba credibilidad a lo acontecido.

— Sasuke... —lo abrazo tan fuerte—. Yo ire...

—No... —apenas escuchó aquellas dos palabras y lo apartó bruscamente tomándolo del brazo con tal fuerza que creyó rompérselo. Y eso es lo que haría, rompería cada uno de los huesos de Naruto para evitar que hiciera tonterías—. No no no no no no y no, ¡piensa en Kushina y Minato!

— Lo hago, pero es que... no se como voy a vivir sin él...

— Mírame a mi —lo tomo de los hombros—, por favor mírame a mi.

— Sasuke... —le miro con ojos de sorpresa.

El aludido se quedó pasmado al ver aquellos ojos azules llenos de lágrimas, mirarle de esa forma.

— Mírame a mi Naruto, quédate conmigo... ¡por favor!

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