Kamisama Hajimemashita

Prólogo

Hola chic@s ¿como están? Espero que estén súper bien. Aquí les traigo una nueva historia así que disfrútenlo.

Aclaración:

Los personajes de Naruto y el anime de Kamisama Hajimemashita no me pertenecen.

Nota: Nada de lo que pasa en este Fanfic es real y mucho menos es canon, ni en el anime, manga o juego. NADA. Es pura invención mía, asi que por favor, solo disfruta de la lectura y de las locas ideas que salen de mi cabeza. No traten de encontrar alguna lógica sobre mis ideas, solo hice volar mí imaginación.

Comencemos...

Era una mañana tranquila cuándo un barco se detiene en el puerto de la cuidad de Tokio, varias personas descienden del transporte pero alguien resaltaba entre la multitud, una joven de cabello rubio como el sol y bonitos ojos azules, tenía puesto una blusa azul, una falda blanca que le llegaba hasta por abajo de los muslos y zapatillas negras.

Daba pasos rápidos para alejarse de la gente que comenzaba a mirarla y examinarla fijamente.

-¿Quien es ella?
-¿Una extranjera?
-¿Será una estrella de televisión?
-con esa apariencia parece una celebridad. 

Los susurros sobre su persona la ponían incomoda.

-¿Por qué la vieja Tsunade me dio está tonta misión? -murmuro ente dientes apretando el agarrador del equipaje- mejor dicho, ¿Por qué acepte hacer esto?

*Flash Black*

Todo comenzó un día antes de llegar a esta cuidad, específicamente; en la tarde, ella tenía ganas de salir de la aldea, con la guerra ninja terminada todo volvió a la normalidad en Konoha y su rutina se volvió relativamente igual, todos los días era despertar, desayunar, cambiarse, ir al campo de entrenamiento, practicar, comer y dormir. En los primeros días no se quejo pero que toda tu rutina se volviera cotidiano era muy aburrido así que esperaba que la vieja Tsunade le diera una misión para distraerse.

Llego hasta la puerta de la oficina y tocó la puerta, oyó un afirmación desde adentro así que ingreso. Pudo ver a la mujer rubia estar sentada en la silla de su escritorio rodeada de papeles y a su lado estaba Shizune.

-¡Hola abuela, Shizune!

-mocosa, ¿Que es lo que necesitas? Como verás, estoy muy ocupada y no tengo tiempo para tus tonterías.

-prometo robarte solo unos minutos -sonrio y junto sus manos- por favor dame una misión, estoy muy aburrida y quiero acción en mí vida, desde que la Guerra Ninja termino todo se volvió cotidiano y....

-esta bien.

-se que tienes mucho trabajo pero... -detuvo su habla cuando sus oídos escucharon las palabras de la hokage- ¿Que dijiste?

-que si te daré una misión -dijo leyendo unos papeles.

-Abuela, ¿Estás bien? ¿No será que la edad está afectando tus neuronas? ¿O estás enferma? No... ¿Estás borracha? -Naruto quiso tocar la frente de la mujer para verificar si no tenía fiebre o algo pero Tsunade la miro enojada.

-¡No tengo nada, estoy bien y sobria! Naruto, lee esto -le entrego un papel.

Naruto lo tomo y comenzó a leerlo.

-¡Es una carta de kurama! A pasado tiempo desde la última vez que lo vi -dijo recordando como había liberado a los bijuus y luego estos se fueron para disfrutar de su libertad. Estuvo triste pero el zorro le había enviado cartas para avisarle dónde estaba, como estaba y que hacía- ¿Para que me lo das? Parece un asunto oficial.