El eco de aquellas palabras duro solo un instante transportándolos a una dimensión desconocida. Inmediatamente después, Eben y Jennie volvieron a se los de siempre, en la habitación conocida iluminada por una lampara. Eben se puso de pie y dijo: aguárdame un momento jennie voy a enjuagar las tazas.
pero cuando volvió ella había desaparecido. Eben pensaba en Jennie cada día mas. No lograba llegar a ninguna conclusión y daba largo paseos inútiles.
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El retrato de Jennie
Historical FictionUn pintor abatido por haber perdido la inspiración conoce, un día de invierno, a una niña en Central Park vestida de un modo anticuado. A partir de ese momento se suceden otros encuentros, con la particularidad de que en breves intervalos de tiempo...