Cuando Park Chanyeol se enteró que sería padre, se convirtió en el universitario más feliz del mundo. Le encantaba demasiado cuidar a su bebé desde la comodidad de su dormitorio aún cuando eso estaba contra las reglas.
De no ser porqué el estudiant...
La brisa liviana del mar acariciaba con sutileza cada milímetro de sus pieles desnudas, los refrescaba. Ante sus brillantes ojos jamás existiría una vista más divina; incluso si juntáramos cada una de las obras de arte creando una sola, se vería muy insignificante al lado de lo que justo en ese instante podía admirar.
Si alguien le preguntase cuál es el día más feliz de su vida, mientras Yuan y Baekhyun se encontraran ahí su respuesta siempre sería la misma: «Este momento aquí y ahora.»
Desde el primer instante que su pequeño primogénito descansó entre sus brazos sabía con perfección que nunca podría arrepentirse de nada, tanto de su pasado, presente y futuro. No solo se convertiría en el mejor padre del mundo, él mismo se encargaría de bajar al mismísimo paraíso.
– ¡Papá soy el caminante sobre un mar de nubes! –Agitando los brazos gritoneó con todas sus fuerzas lo que Baekhyun le susurró, ambos se encontraban de pie en la roca más alta sobre el mar.
– ¡Se parecen a Jack y Rose! –Respondió sonando divertido al ver a su marido sujetando al pequeño por la cintura.
Chanyeol sin duda alguna podía apostar con toda seguridad que él era el hombre más feliz del universo. Si la reencarnación se trataba de un hecho real, le rogaba todos los días a la vida darle una oportunidad más de encontrarse con los amores de su vida.
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Su madre se acercó al verlo solo. Hace tiempo no podía hablar con su hijo, debido a que siempre lo encontraba jugando con su nieto. Si bien eso no era algo malo, añoraba los momentos junto a sus hijos; Chanyeol se movió de su lugar permitiéndole sentarse a su lado creando una cómoda compañía.
–Yeollie, el día que volviste de Taean para decirnos que te irías a Seúl ¿Baekhyun fue el verdadero motivo? –Indagó con un tono suave, dirigiendo su mirada a lo que su hijo observaba. –Formaste una magnífica familia.
Asintió ante las palabras de su madre. Yuan apareció a los segundos tirando de la mano de su padre obligándolo a acercarse al mar a su lado, Baekhyun ocupó el espacio desocupado de su marido saludando por consiguiente a su suegra con amabilidad.
–Baekkie, nunca me han contado ¿cuándo comenzaron a salir?, ¿Cómo fue tu embarazo en la universidad?, ¿Y cómo pudieron ocultar a Yuan durante tanto tiempo? –Interrogó curiosa. Deseosa por conocer la verdad.
Se sonrojó desviando la mirada. Le apenaba demasiado hablar con la madre de su esposo, pues no tuvieron una buena impresión y muy en el fondo le alegraba el hecho de poder contarle todo: –La manera en la que surgió todo fue más que magnífico.
