La danza del cuerpo

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Ahí estaba yo... José, creo que así me nombran, o bueno, eso me dicen los señores que me acompañan, un hombre y una mujer, de edad mediana al parecer. Por alguna razón ellos lloran cada noche que estoy aquí, a decir verdad, no entiendo el por qué... Ellos susurran a mi oído enfermo "Estarás bien, José, vamos a estar súper bien, y cuando salgamos de aquí te prepararé tu comida favorita", la señora es la que me dice eso muy seguido, y menciona algo que es llamado creo "pollo" con algún otro condimento, a decir verdad, siendo sinceros, no lo recuerdo, sin embargo, siempre que ella lo menciona, me da hambre sintiendo una pequeña emoción como acompañamiento, es agradable escuchar esa voz femenina y dulce cada noche, me gustaría conocerla algún día. Por otra parte, la voz masculina siempre se escucha animada, a pesar de rasgarse en llanto mientras vela conmigo bajo la luna, él comenta "Nambre mijo, cuando vayamos para la casa, vamos a echar mecánica a la troca pinta" .... Me pregunto que será "La troca pinta" me llena de dudas, pero sea lo que sea eso, quiero verlo, tal vez cuando salga la vea. En muy contadas ocasiones, aparece a mi oído una pequeña voz aguda, parece ser una niña, no sé qué sea con exactitud, pero siempre me parece un sonido muy molesto cuando entra a la habitación, siempre con unos buenos gritos, ella me cuenta con gran emoción sobre un lugar llamado "primaria" dice que ahí aprende muchas cosas, sobre algo llamado "números" y otras cosas que no recuerdo, ella también menciona algo que se nombra "amigos" ella es muy risueña conmigo, al igual que con el señor y la señora que me acompañan todos los días, ella tiene una presencia muy agradable, a pesar de no poder verla por el sedante que corre en mi cuerpo, me siento cómodo cuando ellos están aquí, acompañándome, pero siempre llega un momento donde la niña empieza a llorar, ella es la que llora más fuerte de los tres, y yo, sigo sin entenderlo. "¿Tal vez sea alguien malo?" pasa de forma fugaz en mi cabeza, pero al tiempo lo olvido. Hay veces que me quedo solo, y solo pienso en esas cosas llamadas "amigos" aunque no sé qué sean, siempre camina una tristeza somnolienta en mi corazón, una soledad... Como si algo faltara cada vez que pensara en eso. Pienso en eso, y en la máquina que está a mi lado. Una máquina que parece que comprime y descomprime aire, o bueno, eso pienso con el sonido que roza mis oídos, el cual contiene un ritmo especifico, al igual que esa máquina de aire, hay más máquinas. Otra que me llama la atención, es una que genera un pitido rítmico, como si en una danza con mi corazón estuviese, con cada latido de mi ser, ese artefacto lo sigue acompañado de un pequeño "pi" ... si estuviera con los ojos abiertos, tal vez la estaría observando, observar ese sonido tan repetitivo y a la vez tan preocupante....

Pasan los días, y siempre es igual, la rutina siempre es la misma, esos señores lloran y me hablan, a pesar de no poder contestar. Luego, escuchar esas máquinas, y por ultimo tratar de entender palabras tan extrañas que dice una señora que viene a visitarme a diario, pero ella no llora cuando me ve, solo dice eso, sus palabras extrañas...

Creo que es de madrugada, me siento diferente,no sé por qué, no recuerdo nada, solo escucho voces, muchas voces, que derepente se convierten en gritos, "¡¡DOCTOR DOCTOR!!, VENGA RÁPIDO". Siento queme tocan con mucha desesperación junto con una gran cantidad de palabras raras,también siento un par de manos haciendo presión con gran furor en mi pecho,como si fuera un ritmo.... Como si fuera aquella maquina con el pitido danzante.Ha pasado una

hora, y siguen igual, con el mismo ritmo tan lleno de exasperación. De repente, ya no siento nada... Solo hay un silencio con una frase finalizando el mismo:

-Hora de la muerte, 12:34 a.m.... Causa: falla orgánica múltiple por parálisis supranuclear progresiva-

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...Me pregunto que habrá pasado...