-Veo a kira, es bonita-
-¡Mía! -en cuanto te vuelvas a distraer con el gato llamaré a tú padre, estoy segura que quedará encantado con tú falta de virtud para vivir-
La voz de Berta suena distante y entrecortada, me pregunto sí alguna vez perdió una de sus medias, seguro que sí.
-Mía...-
Dime Berta, ¿qué me enseñarás hoy?
¿Acaso los detalles pintorezcos de la escultura renacentista de David?-¡Mía! Sí no fueras rica y hermosa me encantaría verte lavando pies en cualquier burdel-
Berta siempre pierdes los estribos en el momento equivocado menciono al ver la silueta de mi abuelo al entrar en la biblioteca
-¡Berta!-
¿Cómo se te ocurre hablarle así a la heredera Rawson?
-Es completa y absolutamente inaceptable la falta de ética y métodos pedagógicos de enseñanza, pero por respeto a tú querida familiano estas en la calle--señor Rawson déjeme excusarme-
Amo a mi abuelo siempre tan gallardo y grandilocuente, él es digno de llamarse Josef Rawson.
-¡Basta Berta, dejáme con Amalia!-
Al dejar de hablar Berta sale cabisbaja de la biblioteca y yo escupó una carcajada atorada en las profundidades de mi corazón
-Abuelo-
Eres exquicitamente implacable, digo miestras me abalanzo sobre sus frágiles huesos-¡manzanita¡- exclama mientras me recibe en sus calurosos abrazos, luego replica
-¿sabes que no siempre lograré salvarte de la pauperrima Berta cierto?- me dice encorvando sus labios rosados y observandoeme sus ojos azulados, lo que respondo -no me hables abuelo, quedaté un momento más, quiero memorizar un poco más tus ojos, tus manos, tus labios, tus cejas, tú aroma, por favor aún no me despiertes-
Aún no, no estoy lista...
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Mis 7 Rosas, Mi misión de vida
Ficção AdolescenteAmalia es una mujer de la clase alta, dotada de intelecto y amor, pero al pasar la primera guerra mundial debe acoplarse a la nueva vida que se creo a travéz del dolor y sufrimiento, pero ella sólo es la maestra guía de las 7 aventuras que aparecen...