Como Perder A Un Hombre En 10 Días [KatsuDeku/BakuDeku]

Capítulo 9.

A la mañana siguiente Takeyama leía el reportaje de Izuku estando impresionada por ello diciéndole que ya era liberado podía escribir sobre lo que quería pero no exactamente como él quería.

Takeyama específico que Izuku podía escribir sin su permiso pero nada de política ni de las cosas serias que quería Izuku sino más moda y tendencias cosas de belleza.

En eso Deku tomó una decisión, renunció a su trabajo, él quería periodismo serio y no más cosas de belleza, él no era así, para eso no se mató estudiando en la universidad.

Mientras que con Katsuki, él estaba arrepentido por lo que hizo.

— No me siento orgulloso de lo que hice, si pudiera arreglar las cosas con Izuku lo haría...no fingi nada, yo de verdad amo a Deku pero ahora no sé si él me ama a mí — Bakugou estaba hablando con su perro Croll — Tú nos conocías a los dos...¿Crees que él pueda perdonarme?

El perrito solo con su boca tomó una foto que tenía Bakugou en su escritorio donde estába con Deku mientras el cenizo miró la foto estando pensativo.

Mientras tanto Mina y Ochako intentaron animar a Deku mientras veian el partido de baloncesto que ni Deku fue ni tampoco Bakugou, le regaló los boletos a Kaminari y Kirishima para que fueran.

— ¿Ya llegó la comida china? — Preguntó Ochako a lo que Mina fue a abrir la puerta.

— Ay por dios...— Dijo Ashido sorprendida al ver alguien en especial en la puerta.

— ¿Está Uraraka-Kun? — Preguntó Iida Tenya con un ramo de flores, las favoritas de Ochako.

— ¿Iida-Kun? — Se acercó la castaña a la puerta mientras Mina se alejó mirando la situación con Izuku estando de curiosos.

— Hola Uraraka-Kun — Saludó él.

— ¿Que haces aquí? — Preguntó ella.

— No lo sé exactamente... anoche estaba en mi cama intentando dormir y...¿Recuerdas ese perfume que rociaste en mi almohada?

— Oh, sí lo recuerdo — Respondió Ochako.

— El aroma se desvaneció y... Uraraka-Kun lo quiero de nuevo...— Dijo él de manera tranquila algo que era raro ya que él siempre hablaba rápido y firme.

— No se si pueda aplicarle un poco más...

— Oh... entiendo...— Se entristeció Iida estando por irse pero Uraraka lo detuvo.

— ¡Espera Iida-Kun...! P-podría considerarlo...— La pobre lo quería mucho aunque lloró por él de forma dramática pero ahora vió que él si la quería aún con esos detalles que le hizo mientras salían.

Iida sonrió y le entregó el ramo pero Ochako al ser algo impulsiva se lanzó sobre él para besarlo. Izuku y Ashido estában asombrados por su amiga y entre besos se fueron al departamento de Iida.