el kazzap

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Alan había intentado todo lo que pudo para hacerles creer a los policías que el era inocente, pero no lo logro, en una semana sería ejecutado con inyección letal.

Los policías lo dejaron en su celda y se fueron, Alan no sabía que hacer, era su fin, apenas tenía veinticinco años y estaba condenado a muerte, se puso las manos en la cara y se largo a llorar.

— al parecer te queda una semana de vida— dijo una voz desde atrás de él.

Alan se dió vuelta y vio a un anciano de unos sesenta años sentado en la cama de la celda.

Alan se asusto mucho ya que no había visto al anciano cuando entro.

— no te asustes, eh venido a ayudarte— dijo el anciano.

Alan estaba demasiado confundido como para entender.

— yo sé que vos no fuiste el que mato al empresario— dijo el anciano

— al fin alguien que me creé— dijo Alan

— el que lo mató fue Jon hyde, y la razón por la que no se ve en las cámaras es porque Jon se movió a una velocidad más rápida que la luz, se que suena loco pero es verdad... Verás el ser humano tiene fuerzas sobre naturales en su interior que muy pocos logran entender y lograr estar conectados con ellas. A este poder se lo conoce como el ¡Kazzap! Muy pocos saben de su existencia, los pocos que saben dicen que el primero en descubrirla fue un maestro shaolin en china hace cientos de años,Es muy difícil lograr desbloquear el Kazzap, lo que hace este poder es como si fuera la adrenalina, las células del cuerpo se sobre cargan de energía buena y gracias a eso puedes hacer muchísimas cosas increíbles— dijo el anciano.

— ¿me estás queriendo decir que ese tal José hyde tiene súper poderes? ¿entonces es un Averiado?— dijo Alan muy confundido.

— primero, se llama Jon hyde, y segundo, hay una cosa que no te dije sobre el Kazzap, este poder se puede transferir de una persona a otra, a Jon le transfirieron el poder y no los tiene desde que nació así que prácticamente no es un Averiado — dijo el anciano

— ¿Que? ¿Le transfirieron el poder? ¿Quien fue el que le dió cosa tan poderosa?— dijo Alan confundido y enojado.

— lamentablemente.... Fui yo— dijo el anciano

— ¿Que? ¿Porque?— dijo Alan más confundido que antes.

— Jon fue mi aprendiz cuando era un niño, yo me había en cariñado mucho con el y le transferí el poder porque pensé que era lo correcto y lo entrene, pero con el paso del tiempo Jon se volvió codicioso y quería tenerlo todo, me di cuenta de que había cometido un error y vine a buscarte para
Poder solucionar mi error. Porque estoy demasiado viejo como para ir y pelear contra Jon, por eso eh decidido transferirte el Kazzap— dijo el anciano levantándose de la cama.

Alan no sabía que decir, como haría el, un chico de veinticinco años que estaba a una semana de ser ejecutado para vencer a un tipo con mucho más experiencia que el en el Kazzap.

— ¿estás dispuesto a tomar la responsabilidad sobre este gran poder?— dijo el anciano acercándose más a Alan.

Alan seguía confundido, pero una voz en su interior le decía que tenía que hacerlo.

— acepto— dijo Alan mirando fijamente al anciano.

De pronto, El puño del anciano se volvió de un tono brillante y pequeñas chispas salían de su puño.

— esto te dolerá un poco— dijo el anciano mirando fijamente a Alan y antes de que esté pudiera reaccionar le dió un puñetazo en los pulmones.

El chico sintió un intenso dolor en el pecho y tuvo muchas ganas de gritar pero aún así no lo hizo y de pronto sintió como si una ráfaga de viento recorría todo su cuerpo y se sentía con mucha mas energía de lo común.

— lo que tenemos que hacer ahora es salir de esta prisión para después entrenar, toma mi mano, usaré el mismo modo del que cuando entre, transpasaremos la pared— dijo el anciano.

— ¿Cómo es eso posible?— pregunto Alan.

— con la energía que tengo en mis células, puedo hacer que las células se muevan tan rápido como para atravesar objetos y mientras estés en contacto con Migo también la transpasaras— dijo el anciano.

Entonces lentamente pasaron a través de la pared, la sensación fue increíble para Alan.

Después de eso esquivaron a varios oficiales escondiéndose, lograron escapar de la prisión y se dirigieron a un campo abandonado lejos de Bronx.

Alan StoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora