🌺 JUNTOS PARA SIEMPRE 🌺

CAPITULO 42

JUNTOS PARA SIEMPRE

Sin más continuamos mis queridos lectores. 💕

El amor de ambos era cada vez más fuerte y la unión que habían formado a través de aquella marca que simbolizaba que ella le pertenecía solamente a él se había convertido en un lazo irrompible haciendo que dolor, el sufrimiento o el deseo de estar cerca del uno del otro fuera tan perceptible que sin duda alguna la pareja se sentía más unida cada vez más.

El peli plata junto con su demonio interior deseaban a la joven con mucha intensidad, por la noche Yako era el que se encargaba de mimar y complacer a su querida castaña y por el día el gran lord sesshomaru cuidaba de ella, la protegía y también la complacía en cualquiera de los caprichos que ella le pidiera.

Así el plazo del tiempo fue pasando y por un momento la joven olvidó por completo que su vida estaba en peligro y entonces aquel hermoso milagro que cualquier mujer desea ver empezó a suceder en su interior, su cuerpo le anunciaba que una nueva vida estaba surgiendo dentro de ella.

Los cambios de humor, el cansancio que le abrumaba todos los días además de los extraños cambios de apetito que la joven estaba sufriendo eran señales de que por fin el gran y futuro lord del Oeste estaba creciendo sanamente dentro de la mujer que sesshomaru había elegido y eso fue el punto en el que el peliplata se volvió más protector y Celoso con su mujer.

Cualquier cosa que la molestara a su rin era simplemente eliminada de este mundo hasta una simple ardilla que se había acercado a la joven para recibir alimento de parte de ella fue asesinada ya que Yako pensó que ese pequeño ser podría lastimar a su compañera y en respuesta rin lo regañó mucho.

Así poco a poco el pequeño vientre de la joven fue creciendo hasta hacerse un poco más notorio demostrando que su pequeño cachorro estaba deseoso de llegar a este mundo, como todas las mañanas sesshomaru se encargaba de buscar alimento apropiado para su joven esposa que prácticamente era obligada a recostarse todo el día para evitar que se cansara

Ha rin le gustaba ese tipo de atenciones sin embargo poco a poco se fue frustrando ya que sabía que sesshomaru junto con Yako la querían demasiado pero también la sobreprotegian y de cierta forma a bochorno a rin

Por otra parte sabía que ahora si se presentaba la oportunidad de estar frente a haru posiblemente el trataría de matarla y es que su recuerdos estaban regresando más rápido de lo que ella pensaba, ahora sabía que ella jamás había sido salvada por él sino todo lo contrario él le había secuestrado del palacio de sesshomaru y le había borrado su recuerdos sustituyéndolos por falsos.

Haciéndola creer que ella le debía la vida a el, estaba tan decepcionada de que eso fuera una completa mentira además de que seguía preocupada por sus amigos, la última vez que había visto a Inuyasha se había mostrado muy agresivo ante ella, parecía una persona completamente diferente.

Sesshomaru le había explicado que posiblemente él estaba bajo el control del poder demoníaco de haro y es por eso que no había sido capaz de detenerse a la hora de atacar los, aún le dolía mucho pensar que casi moría en manos de uno de sus mejores amigos, esperaba que muy pronto todo eso terminará pero primero ella tendría que cuidarse y dar a luz a un cachorro fuerte y sano que fuera el siguiente en la línea de sucesión de sesshomaru.

Así que haría todo lo posible para sobrevivir, el peliplata le había hecho jurar que si algo le llegara a pasar a él Yaco tomaría el completo control de su cuerpo y ahora él quedaría a cargo de ella y haria lo posible por protegerla así que todo estaba preparado para un posible ataque aunque nunca pensaron que las cosas serían muy diferentes.

Era otro día más en aquella gran mansión en medio del bosque en un lugar oculto en las tierras del Oeste donde nadie sabía su ubicación solamente ellos, durante el tiempo que llevaban juntos se habían comprendido demasiado bien y ahora habían engendrado una nueva vida que esperaban con ilusión y aunque sesshomaru no lo dijera sus  acciones eran suficientes para saber que estaba ansioso por conocer a su primogénito.