6. Corazón roto

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Al terminar el día, toda la escuela de Wujiang había cumplido con su parte en las pruebas médicas. Incluso había sobrado tiempo.

Llegaron muy temprano al campo donde harían el picnic. Los profesores encargados habían llevado grandes cantidades de comida, bebidas y dulces para que sus alumnos la pasarán bien luego de aquella agotadora experiencia.

La clase 8 tenía una gran variedad de comida y frituras: pollo frito, sándwiches, tortas, arroz. Papas saladas, naturales, de pepino, queso, chile, etcétera.

Wu Baisong recién iba llegando al picnic. Él no se había presentado a las pruebas, puesto que como nadador profesional, se las realizaban constantemente. Así que simplemente llegó al picnic con una docena de bollos al vapor preparados por su abuela y unas costillas de cerdo agridulce que enviaba la mamá de Chen Xiaoxi.

–¡Wow! ¿Esto prepara tu madre? ¡Son deliciosas! Es una lastima que ya se vayan.

Un silencio incómodo invadió por unos momentos el lugar, pero poco a poco, se fue olvidando y siguieron comiendo todo lo que tenían enfrente.

Para entrada la noche, empezaron a encender fogatas. Más de veinte fogatas estaban dispersas por todo el campo. El grupo de Xiaoxi aún no podían encender la suya. La madera que Lu Yang había conseguido aún estaba algo fresca. Se apagaba enseguida.

–Iré a buscar un poco de madera seca –se ofreció de pronto Jiang Chen.

–Yo...

–¡Yo te acompaño! –gritó Li Wei, ganándole la palabra a Xiaoxi, que estaba a punto de decir lo mismo.

–Bien –respondió Jiang Chen como si nada.

Salieron de escena y ante eso, Lin Jingxiao da un empujón a Xiaoxi para alcanzarlos y arruinarle los planes a Li Wei.

A este momento, Jingxiao creyó que Xiaoxi llegaría hasta ellos y lograría separarlos, así que inmediatamente ordenó a Lu Yang que preparase los fuegos artificiales. Li Wei se había portado muy empalagosa con Jiang Chen y no iba a permitir que le arruinara sus planes a Xiaoxi.

Entre ella, Lu Yang y Wu Baisong, repartieron la pirotecnia lo más lejano al resto de sus compañeros y dejaron que Lu Yang se encargase de encenderlos al dar la señal.

–Baisong, busca a Xiaoxi y Jiang Chen por aquel lado, yo iré por acá. Quién los encuentre primero le avisa a Lu Yang –ordenó Jingxiao.

Baisong, muy triste, fue en busca de la pareja.

Wu Baisong en el fondo también sentía algo por Xiaoxi, aunque desde un principio supo que ella únicamente tenía ojos para Jiang Chen. Aún así, aceptó eso y la trató como su mejor amiga. Le dolía cuando Jiang Chen molestaba o ignoraba a Xiaoxi, es algo que sin duda no soportaba.

Aquella noche había visto las intenciones de Li Wei y lo accesible que se portó Jiang Chen al dejarse acompañar por ella.

Más le valía estar con Xiaoxi en ese momento, o le partiría la cara después.

Después de un rato buscando, Xiaoxi encontró a Jiang Chen detrás de algunos árboles. Estaba hablando con Li Wei.  Según palabras de ésta, estaba triste porque sus padres oficialmente se estaban divorciando y necesitaba apoyo de alguien.

¿Qué clase de apoyo es ése? Pensó Xiaoxi al ver que Li Wei tenía a Jiang Chen abrazado de la cintura y éste no hacía nada por apartarla.

¡A ella nunca la había abrazado así! Es más, estaba segura de que si lo intentaba, Jiang Chen la apartaría de inmediato.

Por otro lado, Baisong los había encontrado. Miraba desde metros atrás como a Xiaoxi se le estaba partiendo el corazón con sólo mirar esa escena. Tenía que hacer algo.

Sacó inmediatamente su teléfono para llamar a Lu Yang y evitar que encendiera la pirotecnia, pero la torpeza de su amigo era más grande que su sentido del oído y creyó entender "no te tardes" en vez de "no lo hagas".

–Jiang Chen –dijo con voz chillona Li Wei –Tengo algo que decirte –ya se había separado un poco de Jiang Chen, así que tomó aire y con un suspiro audible dijo –¡Me gustas!

Una tanda grande de fuegos artificiales comenzaron a llenar el cielo nocturno y Li Wei aprovechó aquel momento para acercarse aún a su prospecto.

A Xiaoxi de le había roto el corazón.

De pronto pareció como si aquella noche hubiese sido planeada para ellos. La confesión de Li Wei quedó perfecta con los fuegos artificiales.

Y Jiang Chen no había dicho que no.

–Vamonos de aquí, jefa –dijo Wu Baisong a Xiaoxi.

Baisong trató con todas sus fuerzas de que Xiaoxi no viera aquella escena y le tapó los ojos antes de que Li Wei abrazara de nuevo a Jiang Chen.

La palma de la mano de Baisong estaba llena de lágrimas.

Sin abrazarla, podía sentir el dolor de su amiga y quería recompensarlo con cualquier cosa que la alegrase.

Era demaciado tarde para planear algo. Al picnic le quedaba poco tiempo y no vería a Xiaoxi hasta el próximo lunes.

Así que, por aquella noche, decidió acompañarla a su casa, pidiéndole que al día siguiente lo visitara en la alberca semi olímpica de la ciudad.

–Está bien –respondió sin muchas ganas.

Su corazón aún le dolía.
Todo su esfuerzo se había ido a la basura. Jiang Chen nunca le iba a corresponder.

Amor de Meteoritos [Pausada]Where stories live. Discover now