—La luna representa la Diosa Madre "Reina del Cielo" en adversas mitologías antiguas. Es la simbología misma de la resurrección y el renacimiento, así como también el reflejo de la luz en la oscuridad –con sus grandes y corrugados ojos expresaba un mundo desconocido, bizarro y asombroso para mí; debía admitir que eran interesantes sus historias sobre leyendas, aunque siempre terminaran conectándose con su adorada luna. Mi entretenida charla o más bien, mi entretenida forma de escuchar a la señora de tez blanca y dulce voz pendía de un hilo. La jefa de área había comenzado a hacerme señas desde el mostrador para que acabara rápido con esta conversación. Desde que entró hace un mes a regir en ese puesto, ha sido insoportable, pero debo tener consideración con la menopausia no muy bien llevada de una dama como ella. Rápidamente le devolví un ademán para hacer acato a su orden.
—No se preocupe, prosiga, pero acorte lo último. Ya vamos a cerrar y como habrá podido darse por enterada, mi jefa me va a matar –lo que dije hizo reír a una de mis clientas favoritas, una señora mayor que sin duda, se asemejaba a la abuela que nunca tuve.
—Descuida, hija. Mañana vendré como todos los domingos y lunes, te contaré más historias, me conformo con saber que alguien sí disfruta de escuchar a esta vieja.
—Y yo me conformo con saber que tengo a tan humilde persona como abuela adoptiva –apretujé su arrugada mano y escuché a mi jefa acercarse.
—Señora, perdone la molestia. Pero ya son las diez y veinticinco, cerramos hace veinticinco minutos –mi compañera de medio turno rodó los ojos desde el mostrador, a sabiendas de lo tediosa que podría llegar a ser nuestra jefa.
—Perdone, no la molesto más –se levantó y tomó su bastón de sauce.
—Espero que para la próxima vez al menos la puedas echar a las diez y cinco minutos. No tengo toda la noche para estár gastandola en hacer que nuestros clientes se larguen, así que encargate de hacer que eso pase, porque estás aquí para trabajar, no para escuchar unas habladurías sin sentido de una vieja despeinada –se quitó el delantal rojo que ella misma se mandó a fabricar para cuando ocupara entrar a la cocina, y tomó su bolso Chanel para después irse por la compuerta de enfrente. Mi compañera de turno y yo nos vimos asustadas; pero luego, su imitación de la jefa hizo que me carcomiera de la risa.
—Que bien te queda esa imitación, deberías considerar ser actriz, ¿acaso no lo crees, Amasson? –retribuí a la situación mientras mi hermosa amiga morena barría.
—El día en el que me haga actriz me vuelvo loca, y pensar en el tener que soportar a las desquiciadas y plásticas actrices; hijas de retirados actores millonarios. No, ni lo sueñes.
—¡Anda! Mira que yo seré tu mayor fan, pero eso sí, debes mencionarme en las entrevistas, sino no soy tu fan número uno –Amasson me golpeó el hombro. —¡Auch! Eso dolió.
—No bromees con ser interesada, que no me convences. Más bien dime, ¿de qué tanto hablaban? O mejor dicho, cuéntame sobre lo que te dijo esa señora hoy.
—Pues... ¿qué te puedo decir? Nada –frunció su semblante. —Está bien, no te enojes, era mentira –me quiso tirar la escoba encima pero la detuve. —Esto que haces se llama maltrato animal y es penalizado por la ley, no querrás ir a la cárcel por mí.
—Hablando en serio, ¿qué fue lo que te dijo hoy? La vez pasada te habló sobre algo relacionado con la milicia y sobre su esposo difunto.
—Ya sabes, todo siempre se relaciona con su adorada luna, como la vez pasada que decía que su difunto esposo contaba las lunas llenas en su estadía en la milicia, todo para poder ir a visitarla.
—Sí, pero debe haber algo más.
—Bueno, creo que dijo algo más elaborado de su adoración, como que esta vez me dijo una leyenda relacionada con una mitología, es sobre su luna y algo sobre la reencarnación –cuando acabé escuché una voz sintética diciendo; "aquí tenemos algunos resultados sobre la reencarnación". —¿En serio lo pusiste en el buscador de Google?
—Hay que tener sabiduría de temas que no se entienden por completo, ahora espera; "¡por favor, lee en voz alta lo que encontraste Google!" –y el internet tardó un poco en acatar su mensaje, al parecer el WIFI de MC Donald's no es tan bueno como su adictiva comida chatarra.
—No encontrarás nada interesante Amasson.
—¡Shh! Calla y verás que sí –los diez años que me lleva y su sabia y rara forma de actuar me atrapaba, en vez de alejarme. —Escucha con atención; "este es el resultado de la búsqueda de la reencarnación" –dijo Google.
—Pero...–fui interrumpida por su amable asistente virtual.
—"La reencarnación alude a la existencia de un alma o espíritu que viaja o aparece en distintos cuerpos, generalmente a fin de aprender en diversas vidas las lecciones que proporciona la existencia en universos paralelos en el que se eligió reencarnar, hasta alcanzar una ascensión del estado de conciencia mediante experiencias vividas. La creencia ha estado presente desde la antigüedad en la mayoría de las religiones orientales, tales como; el Hinduismo, el Budismo y el Taoísmo, ect..."
—¿Y qué pasa? –le pregunté.
—¿Cómo que, qué pasa? Acabamos de aprender algo nuevo gracias a tu abuela adoptiva. Siento que aunque no sea originaria de aquí, me identifico mucho con este tema de la reencarnación, puede que lo llegue a creer un poco. Es interesante, ¿y tú Han? ¿tú crees en la reencarnación?
—¡Por Dios, Amasson! Sabes que no soy de religiones, que tengo a Dios en el corazón, aunque a veces sienta que ya ni en él creo. Escucho las historias de la señora porque son abruptamente interesantes, aunque la mayoría del tiempo parezcan erradas o ficticias. No creo en algo como eso, la verdad es que cuesta mucho que crea en algo sino obtengo pruebas, ya la verdad ni sé como creo en Dios.
—Yo sí lo tomo como algo en que creer, y aunque forme parte del coro de una iglesia católica, pienso que puede llegar a pasar.
—¡Qué ironías las tuyas, Amasson! –decía mientras guardaba mis dos libros de historia en mi mochila negra.
—Y las tuyas Han, no creas que no me di cuenta de que casi toda la tarde –noche estuviste pegando ojeadas a ese libro.
—Al menos has sido tú la que lo descubrió, a ti no te puedo mentir. Mañana tengo un exámen muy importante en la universidad y por eso estuve leyendo lo que había estado aprendiendo durante un tiempo.
—Y ese tiempo es un mes, más que suficiente para que estés tranquila, verás que lo podrás pasar sin dificultad alguna, apuesto a que eras inteligente desde la cuna.
—Tampoco así, ya se hizo tarde. Ocupo irme, ¿te irás conmigo o te quedarás un rato?
—Necesito comerme un poco de las papas fritas que no se lograron vender hoy, no queremos que se desperdicien. Vete tú primero, al fin y al cabo te urge, no te preocupes, yo cierro el MC Donald's.
—Gracias... –crucé la compuerta y salí a la calle. Sentí la noche un poco más clara de lo normal. —Claro, había olvidado que eres el reflejo de la luz en la oscuridad –refiriéndome a la luna.
Atte. SteiMora~
ESTÁS LEYENDO
환생 달 / Dalmun | Kim Taehyung
FanfictionLa convencional realidad de Han, una estudiante de universidad solitaria, trabajadora de medio tiempo en una franquicia de comida rápida; es alterada por una persona, o más bien por ese algo que ella necesitaba desmesuradamente en su vida. Pero no s...