treinta

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Me mordí la boca y me despedí de mamá luego de apretar una bolsa que había recibido con mucho esfuerzo. Mi mamá se rió cuando vio que iría a la habitación de Taehyung con chucherías que había logrado que una de las oficiales me diera, pues llevábamos dos días ahí.

Habían traído ropa súper básica, pero era mejor a que siga teniendo la ropa de Taehyung por tanto tiempo, aunque esta fuera muy cómoda para dormir.

—Nada de hacer travesuras que las paredes son muy delgadas, Sunghye.

Mi madre me molestó, porque había escuchado cuando había gemido fuerte por el orgasmo que había tenido el día que llegamos ahí. Rodé los ojos, riéndome y salí con dirección a la habitación de Taehyung, con las mejillas sonrojadas, porque sí, me daba vergüenza que ella tocara ese tema.

Había logrado conseguir galletitas y chocolates para él. Quise traerle ramen, pero la bolsa tenía que pasar por desapercibido y un bote no lo sería. Había traído también  bebidas no alcohólicas, así que igual le gustaría, aunque él me había confesado que estaba antojado de vino. La verdad, yo también tenía ganas de emborracharme tal como la última vez y quizá luego del encierro lo haría, no, después de todo.

Toqué la puerta de la habitación, donde inmediato fue Jungkook quien me abrió. Este estaba sudando como si hubiera estado ejercitándose, y lo confirmé cuando vi a Taehyung en el suelo haciendo flexiones. Pues, le iba a destruir su ejercicio y engordarlo.

—¡Mira lo que te traje, bebé! —Le dije. Taehyung alzó el rostro y sonrió ampliamente al verme, luego miró la bolsa, curioso de su contenido. Estaba sorprendido que le haya traído comida. —¡Tadah, galletas, chocolates y bebidas!

—Lo vas a engordar, bro —Jungkook me soltó y le miré con ganas de golpearlo.

—Tú cierra la boca

Eso le causaba risa porque se rio.—¿Y para mi no hay?

—Que te dé Bárbara

—Prefiero yo darle

—¡Ugh, qué puerco eres!

Me quejé aunque me causó risa. Taehyung se acercó a mi para darme un beso corto y luego tomar la bolsa con curiosidad. Me miró con un puchero, pues sé que no lo ayudaba con su ejercicio, y aunque él estaba muy bien físicamente quería seguir ejercitándose. —Bueno, sino lo quieres, yo sí. No te traeré nada más.

—Solo lo comeré por ti.

Sonreí y me colgué de su cuello. No estaba tan sudado, pero pude sentir humedad en la parte más pegada al cuero cabelludo. Escuché el sonido de náuseas de Jungkook por nuestro gesto y le saqué el dedo del medio, quedándome colgada ahora solo con un brazo. Fue cuestión de segundos que Jungkook decidió salir de la habitación para darnos espacio y yo subí a la cama de Taehyung, esta vez realmente la suya, pues Jungkook se quejó tanto que la habitación olía a sexo y que sus sabanas eran duras y ya no quería equivocarme una vez más.

Decidí abrir un chocolate grande mientras Taehyung vacilaba qué comer primero: galleta, chocolate o mi boca, pues pareció animarse por la última。Me dio un besito tan dulce que me hizo jugar con su cabello tan esponjocito y largo. —Oye...

—¿Hmm? —Soltó cuando le hablé.—

—¿Te has comunicado ya con tus padres?—le pregunté, pues estos no daban rastro desde hacía dos días, al igual que el oficial con el que habíamos hablado. Temía que estuviésemos ahí esperando por las puras. Taehyung negó y yo hice una mueca. Me sentía mal por él. —Ojalá se den una vuelta por acá luego.

—Ojalá. Lo único que espero es que ya atrapen a Myung rápido, ya me aburrí de estar acá encerrado y vivir con Jungkook es un horror.

—¿Por qué?—le cuestioné mientras comía. Taehyung también lo hizo, luego de quitar la envoltura de un chocolate. Taehyung empezó a reírse y me miró con una cara de que no quería decirme, así que insistí.

Dirty secret - Kth +18 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora