Capitulo 3

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Después de que cada uno tomara su charola de comida, se dirigieron a su mesa, que se encontraba cerca del gran ventanal que tenía la cafetería, este daba directo al exterior donde se encontraban las canchas de entrenamiento, horas de cansancio y sudor se encontraban ahí.

La cafetería era de gran tamaño, ya que tenía que proporcionar comida a al menos quinientas personas, eso sin contar el personal pues ellos comían en otro lugar. Estaba rodeada por al menos treinta mesas donde daban diez personas. Lo bueno era que todos se conocían, y todos se llevaba bien.

—Miren, si son los tres mosqueteros. —dijo una voz a sus espaldas.

O al menos, la gran mayoría se llevaba bien.

Apenas habían puestos sus traseros en las sillas cuando esa voz los hizo voltear. Nada más y nada menos que Steban Jonhson, un espía que seguía en la categoría C, a pesar de tener 17 años. Era un chico agradable, pero desde que no pudo subir al nivel B, comenzó a molestar a los de ese nivel, mas a ellos que eran los que más misiones tenían.

—Supongo que ya te enteraste de la misión que nos dio Adam, por lo que viniste a romper nuestro gran momento de felicidad por aquí. —dijo Naidelyn sonriéndole.

—Todo el mundo ya se entero, y todos sabemos que solo se los dio porque la mayoría de los espías A están ocupados.

—¿Acaso vienes a llorar con nosotros? No es nuestra culpa que no te hayan dado una, desde que arruinaste tu primera y última misión —se rio Roberth.

—No te quieras pasar de listo conmigo, Rob, puedes pagar las consecuencias. —dijo y antes de que alguno pudiera decir algo, se dio la media vuelta y se fue.

—No se que se trae con nosotros, pero yo no puedo ni decirle nada porque siento que acabara conmigo. —dijo Daisy mientras comenzaba a comer de su emparedado. El día de hoy como desayuno les habían dado un emparedado, una manzana, un pudin y un jugo de naranja.

—¿De qué consecuencias habla, acaso piensa acusarte con su padre? — pregunto Naidelyn. Steban era hijo de uno de los socios de la agencia, por lo que a pesar de su carácter y de su falta de habilidades para subir de nivel, aun seguía siendo un espía.—. Si no fuera por su padre, mi lindo puño adornaría su cara llena de pecas.

—Algunos chicos le tienen algo de respeto por su padre, así que si me meto con él, es como meterme con ellos. Ahora más que nada agradezco esta misión, me librara un poco de estos malos momentos. —opino Roberth, ya que era molestado por un grupo de chicos, por la misma razón de que siempre estaba junto con Daisy y Naidelyn, ellos decían que debía juntarse más con personas masculinas que con unas simples chicas.

—Deberías hacer algo con respecto a esos abusivos, mira que te molestan por todo, y tu no te quieres defender. —dijo preocupada Daisy.

—No es que no se quiera defender, es que es muy malo en eso —se burlo Naildelyn—. ¿Por qué siempre eras de los últimos en todas las actividades físicas?

—Solo quieres presumir el hecho de que siempre eres el primer lugar. Pero déjame decirte que para las clases de redes, eres la peor. —se defendió Roberth.

—Quiero comer en paz, por lo que no vayan a empezar a discutir porque juro me voy a la mesa de Trina. —les advirtió Daisy. Trina Cooper solo era una espía de categoría B, que compartía clases con ellos, pero se llevaba muy bien con Daisy, pero por alguna razón no lograba congeniar ni con Naidelyn ni con Roberth, siempre que se reunían con ella les arrebata a Daisy.

—Ya, ya. No iba a decir nada, pero en todo caso, la clase de pelea es mas importante. —dijo Naidelyn y comenzó a comer su pudin primero.

Daisy le advirtió a Roberth que no lanzara otro comentario que comenzara una discusión entre esos dos, el solo negó y comenzó a comer de su manzana. Así eran los días en la agencia, se levantaban temprano para entrenar, desayunar y seguir con sus clases para reforzar sus habilidades. Ellos eran conocidos por estar siempre juntos a todas partes, parecían un trió de hermanos cometiendo travesuras de vez en cuando y alegrando un poco el lugar con sus bromas, como lo que paso en la mañana.

Espías adolescentes © [EDITANDO/ACTUALIZACIONES LENTAS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora