Sueltos

Lo valió

- Con eso se aseguraban que todo terminara, ellos habían caído y él junto a su equipo se levantaría con la Victoria, aunque eso conllevara su muerte, pues con ella, no solo obtendría la salvación sus hijos, sino todos aquellos que protegían, y eso, era suficiente para él, con una última mirada a su esposo, en despedida, pidiendo que cuidara de sus tesoros y que por nada del mundo los fuera a dejar, su esposo se acercó lo más rápido que pudo, estaba asustado y ... - fue interrumpido por una pequeña algo exaltada

- Como no estarlo perdería a su otra mitad - comentó una niña de cabellos castaños , casi dorados bajo el rayo de sol

- Así es, pero lo hizo por él, por ellos - ese día su pequeña le había pedido que le leyera, cómo negarse, si ponía la misma expresión que él solo que con esa mirada de cachorro abandonado de su esposo, mala combinación, estaba seguro que el mundo caería ante ella

- Aún así ¿lo valdría, valdría la pena morir por ellos? - preguntó curiosa, a lo que solo obtuvo una mira, lo pensó un momento para continuar con su lectura, ella hizo un puchero más no dijo nada, esa historia era su favorita

- Cuando llegó a él lo sujetó entre sus brazos y susurró 《ya, ya, estoy aquí, todo saldrá bien, volveremos a casa con ellos》 ambos sabían que estaba muriendo, pero reconocerlo era otra cosa , con la poca energía que tenía, levantó su rostro, mirándolo a los ojos, y una vez sintió la presencia de su primogénito, soltó un leve pero audible 《lo siento, cuidalos, se necesitan, los amo》 posteriormente su mano cayó, en un instante lo había perdido todo, aunque habían ganado, ya no lo tenía él, ya no. Por primera vez la victoria le supo tan amarga que no la celebro y lloro en silencio pues para salvar el tesoro más grande que tenía perdió su alma. Fin - terminó cerrando de golpe el libro y viendo a su hija, que lo miraba fijamente

- Entonces ... - comentó, esperando la respuesta te su progenitor - ¿valió la pena? - ante la mirada interrogante de su padre continuó - ya sabes ¿vale la pena entregar todo, por personas que al final, no lo sabrán o simplemente lo verán como un monstruo?

Cuando se dispuso a responder una gran grito se lo impidió

- ¡¡Tony! ¡Maguna!! La comida está servida, lávense las manos antes! - gritó Steve desde la puerta de la cocina

- ¡Ya vamos pop's! - dijo la niña levantándose y extendiendo la mano para recibir el libro que tenía su padre

- A Veces, debes morir para disfrutar la vida que no creíste merecer, para ver lo bello que es el tesoro que encontraste, para verte cada día, a ti, a tu padre, a peter, y sobre todo la expresión que hará cuando le digamos que viene otro en camino - comentó, poniéndole el dedo en sus labios - pero Shh - ella río alejándose un poco

- Es una sorpresa - le regaló una sonrisa para seguido emprender carrera hacia la cabaña que era su hogar

Tony negó con la cabeza la energía de su hija era de temer pero no cambiará eso por nada - si, la valió, cada maldito segundo en ese tanque lo valió- respondió al viento, viendo como steve recibía a Morgan entre sus brazos, discretamente acarició su vientre aún plano, para seguir los pasos de su hija hacía su mayor felicidad.

Prácticamente había renacido y por la segundo o quinta vez que le había dado la vida, era seguro que esta vez no la desperdiciaría, después de todo, ya estaban muertos.

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