09.
Seúl, Corea del Sur.
1 de agosto de 1985.
El tiempo es incierto; pero por sobre todo inestable, como el clima. Porque sin importar el lugar, la capacidad de controlarlo es nula.
Tanto como la lluvia que se colaba por la ventana abierta de la cocina o la llamada que decidió ignorar esa madrugada.
Jimin estaba intentando reformar su vida.
Ya no era más un muchacho. No era el chico que intentó saltar del puente, no estaba perdido, ya no podía estarlo. Necesitaba dejar de pensar en estupideces y enfocarse en su futuro, volver a la universidad, conseguir un empleo real y una casa para sí mismo.
Estaba en su cama, viendo hacia el techo sin entender cómo había caído tan bajo. Es decir, justo en ese momento se sentía como peso muerto. El profesor Kim le había abierto las puertas de su hogar, (sí es que a eso podía llamarle de esa forma) era verdad y no podía estar más agradecido, pero quizás era tiempo de marcharse. Después de ser echado como un animal de su casa, había recibido de él alimento y apoyo los último seis meses a cambio de nada más que su ayuda como asistente. ¿Realmente era importante allí?
¿Qué ayuda exactamente? ¿Clasificar sus documentos por tipo de papel? O ¿Acompañarlo a beber cada dos noches para luego limpiar el desastre que sabía Kim dejaría en la sala? No tenía ningún futuro allí.
¿Eran miserables? No lo suficiente.
Tenía que encontrar la forma de alejarse de su pasado. Pero aun así, Jimin no podía evitar pensar en su futuro, ese que unos ojos verdes extranjeros destruyeron. No, nunca podrían compensar haber perdido su vida entera, el futuro prometedor que merecía. Sí, aún pensaba en el motivo por el que terminó ebrio en una avenida y se repugnaba a sí mismo por estar consciente de la razón. Aun más cuando le había tocado tener la vida de un bastardo, literalmente.
¿Cómo cambiarse a sí mismo? ¿Cómo borrar sus errores? ¿Cómo olvidarse de la debilidad?
Necesitaba un placebo, una nueva lágrima, una voz que seguir ciegamente y aferrarse. No podía ser la propia, había dejado de confiar en sí mismo. Jimin necesitaba una razón para vivir.
La puerta de la habitación se abrió repentinamente, la luz se encendió al igual que su sentido de alerta cuando se vio forzado a salir de sus pensamientos al ver a Kim con su camisa desabotonada, el cabello revuelto y una cerveza barata en la otra mano, con su mirada de loco usual, sudando y sonriéndole a mitad de la noche.
El profesor irrumpió en su cabeza tanto como en su espacio personal cuando se apresuró a acercarse a él y tomarlo por los hombros consiguiendo que se levantara.
—¡Lo logré, Park! —dijo eufórico—. Todo está arreglado, nos vamos la próxima semana.
Jimin se sobresaltó, apartándose. ¿De qué estaba hablando el lunático ahora?
—¿A qué se refiere con "nos vamos"? ¿A dónde?
Namjoon dio tres golpes a la cabeza del muchacho.
—Hola, ¿Hay alguien allí? —se burló— ¡Iremos a América, por supuesto! Aprobaron los fondos, y las residencias, así que no hay nada que nos impida pasar a la siguiente fase del experimento.
—El experimento... —Jimin había leído cada bitácora e interpretado cada ecuación, y en realidad no le tenía demasiada fe a la visión de su maestro.
—Es hora de hacer investigación de campo. Estaremos en el interior de la zona boscosa de un condado tranquilo, con suficientes hectáreas de vegetación y profundidad en el lago para comenzar.
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LA TEORÍA DE KIM. «Wattpad version» (Tomo 1 y 2 de OC juntos)
FanfictionPrimer borrador disponible por valor sentimental. Gratuito. Versión fanfic. Portada Fanmade La noche en la que Kim Taehyung se acercó a ese laboratorio coincidió con el día en el que Jeon Jungkook desapareció en las profundidades del lago que lo rod...