Prohibido - JK [TERMINADA]

Parte 3

–FlashBack–

Los días a continuación Jungkook no dejó de ir al puente. Esperó sentado en aquella banca por horas por si la chica aparecía. Su ilusión se iba apagando lentamente.
Un día mientras la esperaba se levantó de la banca y fue hasta la casa de la castaña, pero ella ya no vivía allí. No sabia nada de ella, aquella mujer que conocío hace un par de años ya no era la misma, pero aún así él quería estar con su amada [T/n].

Antes de volver a su trabajo y dejar su ciudad nuevamente, él decidió volver al puente para ver si la chica estaba allí, pero ella simplemente no apareció.
–¿Será que realmente tendré que esperar un año?

Un año después.

La gira estaba en su máximo punto, las ciudades cada vez era menos por visitar, todo marchaba de maravilla. Los siete chicos eran verdaderamente felices con sus presentaciones.
Jungkook entró al vestidor para cambiarse de ropa, cuando su celular sonó con un recordatorio avisándole que dentro de dos días se cumpliría un año de la última vez que vio a [T/n]. A pesar de que había pasado un año el chico sintió nervios y mariposas en su estómago con ganas de saber si ella iría a ese lugar para encontrarse con él. Sin embargo, Jungkook en dos días debería presentarse al otro lado del país. Corrió dónde su manager y le rogó que lo dejara ir a su ciudad para hacer algo importante y que prometía volver a tiempo al concierto.

Rogó y rogó por unas horas hasta que por cansancio obtuvo el permiso de ausentarse unas horas aquel día.
Dos días habían pasado cuando Jungkook se encontraba entrando a su habitación y dejando su bolso en la cama. Se cambió de ropa, tomó unas flores y salió de la casa sin siquiera abrigarse adecuadamente.

Corrió al puente que ya conocía de memoria y miró a lo lejos a una chica de pie observando el agua correr bajo ella, corrió su vista a su reloj de muñeca. Sonrió incrédulo cuando pudo reconocerla; caminó tratando de mantener la calma y se acercó hasta la castaña extendiendo las flores.

–Sí viniste...– ella sonrió al tomar las flores y olerlas.
–Tuve que prometer vender dos órganos, pero aquí estoy– él rió suavemente y suspiró botando el aire acumulado por nervios.
–Jungkook yo... Quiero agradecer por la canción– ella sonrió.
Todo parecía tan normal como si ni siquiera hubiesen pasado un año.

–¿Sí lo viste?– rascó su nuca aún tembloroso del miedo.
–Sí y me pareció un gesto hermoso. Es más, gracias a eso es que me decidó a venir hoy– ella se acercó a él.
–Sabía que podrías reconocer esa canción como un detalle para ti– él le acarició el cabello y la abrazó finalmente ya no aguantó la lejanía.
El abrazo hizo que toda la nostalgia del tiempo se acabara, que el sentimiento de nerviosismo y vergüenza se esfumara. Él la apretó entre sus brazos y sonrió como no lo hacía en mucho tiempo.

–Te he extrañado mucho. Nadie se compara a ti, lo que teníamos– se confesó haciendo que [T/n] inflara su corazón de alegría– ¿Entonces cuál es tu respuesta?

–Sí... Lo quiero intentar contigo– ella apenas terminó de hablar y Jungkook unió sus labios con los de la castaña enredándolos en un beso.

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