—Yah— se quejó YunMin alejando la boca de su novio. —Quieto ahí, Nakamoto— le advirtió. Yuta hizo un puchero, dejando caer su frente en el hombro de su novia.
—Quiero irme de aquí ya— susurró sobre su oreja. YunMin cerró sus ojos, subiendo sus manos por el ancho pecho del japonés hasta el nacimiento de su cabello.
Comenzaba a verse largo, y le encantaba.
—Yo también, pero debemos estar aquí —susurró ella, mirando por encima del hombro de su novio. Apenas veía, pero podía ver como Jaehyun y una chica hablaban.
—Que sea el cumpleaños de TaeYong no impide que pueda hacerte cosas— lamió discretamente el cuello de la chica que se estremeció.
—Basta, Nakamoto —le palemeó la espalda, aunque no se separaron nada, siguieron bailando hasta que la gente estaba a centímetros de ellos. Pero no importaba.
Nada importaba cuando tenía a Yuta sosteniéndola, tomándola y besándola. Tan dulce y posesivo.
—Ugh, no suena sexy— se quejó él, despegando su rostro del hombro de la chica para verla hacia abajo. YunMin no era baja, pero él era muy alto y tenía que bajar su cabeza para verla. Algo que secretamente amaba.
—¿El qué? —preguntó, pegándose más a él. Alguien la había empujado por accidente. Yuta la sostuvo, mirándola con diversión.
—¿Por qué no me dices Oppa? O algo sexy— sonrió, sabiendo la respuesta de la chica.
—Eres japonés —dijeron al unísono, Yuta con burla, ella con un tono obvio.
—Es que no es sexy que me digas por mí apellido —le acarició la mejilla con ternura. YunMin se fundió en el toque, con su corazón acelerándose.
Aún no entendía cómo éste chico japonés se había metido tan dentro de su alma, al punto de asustarla. Era un enorme sentimiento de amor. Llenándolo todo, sin dejar abertura a nada más.
Sólo Yuta. Sólo Nakamoto.
—Te amo— susurró ella. La música estaba a tope. Gritos y voces a su alrededor. Pero la mirada de Yuta, sus manos aferradas a su cintura.
Sus hermosos ojos desorbitados, viéndola como si fuera la cosa más hermosa de todo el mundo, de su mundo.
—¿Me amas? —dijo él, bajando de nuevo. Rozando sus labios. Sosteniéndola cerca, temiendo que se fuera.
—Te amo —afirmó, con voz más fuerte. Yuta tembló, cerrando sus ojos.
—Dilo de nuevo—
—Te amo—
—De nuevo—
—Te amo, te amo, ¡Te amo! —dijo eufórica. Yuta sonrió. Abrazándola y besando su rostro. Mejillas, nariz, todo.
La amaba, con un demonio que la amaba.
—También te amo. Te amo tanto, Kang— dijo él, acariciándola.
Era una pareja caótica. Con un raro amor, pero fuerte. ¿Qué podía pasar?
Para las que querían segunda parte. Tal vez es poco, pero quería escribir algo soft con ellos dos. Posiblemente es mi pareja favorita.
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Reclamos diarios [Yuta]©
Fanfiction-Es una reflexión de tu monótona y estúpida vida, Yuta- ✖Prohibida su adaptación ☀15/Diciembre/2017