capítulo uno

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Caras ansiosas y poco felices. Manos que no tardaban en tomar acción y ojos que analizaban. Se sentía como una ave encerrada tratando de salir sin hacer o hacerse daño. Más bien, eso era. Pronto caería en un abismo con un sentimiento color azulejo.
— Vamos pajarraco. ¿Acaso tienes miedo? —una voz resonó en aquel lugar oscuro. — ¿Tienes miedo de soltarle la mano a la vida? ¡Vamos, que yo lo he hecho!
Cínicamente sonreía y aunque a Hawks mas le doliera, él sabía que tal sonrisa traía a la superficie quien aquel villano era. Dabi atravesaba su alma con esos ojos turquesa, como si con cada segundo que pasaba pudiera reconocer las penas del hombre frente suyo. Sin embargo, no podía controlar nada. No podía controlar lo que sucedería al final.
Dabi extendió su mano y dejó salir las llamas azules, persiguiendo a Hawks.
— Dabi, ¿crees que te dejaré ganar? Tal vez habrás logrado hacerme una cicatriz en la cara, pero no me matarás —el castaño dio por hecho. Mantenía su vista clavada en los movimientos del opuesto pero mentía si decía que no se sentía ansioso. Una vez fuera de las llamas, consiguió lanzar sus plumas filosas como largas dagas. Dabi logró esquivar y quemar algunas, mientras que otras le rosaban, reabriendo varias heridas.
— Con pequeños pasos constantes se llega lejos. Primero quemaré tus alas hasta que no quede nada de ti —la sonrisa cínica nunca desapareció.
Dabi se encontraba dónde nunca lo estuvo durante toda su vida: matar a quien una vez juró que lo amaría, para olvidarse de la idea de poder sentir amor o escapar cuando dijo que no lo haría nunca más. Otra idea enfermiza cabía en su mente como matar a Hawks y luego a si mismo, la diferencia —o igualdad— era que no solo él pensaba así.
— Cuéntame, ¿cuantos años estuviste pensando en este encuentro? —preguntó el villano mientras secaba la sangre de su rostro. Hawks no contestó. El de cabellos azabaches se molestó tanto que logró atrapar al hombre con alas. Con una mano mantenía las de Hawks atrapadas, su cuerpo pillaba el contrario y su otra mano se encargaba de iluminar los rostros de azul.
— Por una puta vez, ¡CONTESTA! —el agarre que ejercía se hizo más fuerte.
— ...De-desde que te vi en la última pelea —Hawks mordía sus labios tratando de contener el llanto.
— [...]
— Da-Dabi —no pudo evitar dejar salir un llanto. — No lo hagas
— ¿Por qué lloras? ¿Te he roto el corazón? —rió sarcásticamente para si mismo. — ¿Aún me amas? ¿Amas a alguien que se a podrido de adentro hacia afuera? [...] Puta mierda Hawks, me haces más difícil prenderte en llamas —suspiró cansado, el agarre en las manos del otro hombre poco a poco era más débil. —¿Algunas últimas palabras?
Hawks sacó tajada al momento de una manera que deseó no haberla utilizado: levantó su rostro para unir sus labios en un beso, un beso de esos que te hacer cerrar los ojos. Entonces, instantáneamente, Dabi sintió una punzada en su pecho. Abrió sus ojos rápido para asimilar que el hombre que lo amaba había atravesado su pecho con una de sus hermosas plumas. En cuestión de segundos comenzó a faltarle el aire y se sentía más y más débil.
— Maldito pájaro...no...puedo r-respirar —decía entre suspiros urgentes. La mirada del villano trataba de enfocarse en Hawks pero no podía. Se le acortaba el oxígeno y sus manos ya no sostenían el agarre que había ejercido nuevamente en el rostro del contrario.
Hawks sostuvo su mano, llorando de coraje y tristeza porque había matado lo que pensaba que podía por fin liberarlo. Había ahogado la llama literalmente.
— Nos v-volveremos a conocer...Touya —susurró en su oído y lo sostuvo hasta que sintió que la calidez, de la cual tanto Dabi se quejaba, había abandonado la escena.

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⏰ Última actualización: Jul 02, 2020 ⏰

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Burnt Feathers   ⚪︎T. Touya + T. Keigo  ⚪︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora