Prologo

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Ya era 1 año de su partida. 
Sueños recurrentes sobre ella pasaban, cada noche con más y más frecuencia.
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Cayendo...
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Eso era lo que ella sentía, quizás era físicamente, quizás era una caída psicológica al abismo de su alma, cada día y noche más deteriorada por el final del pacto.
Algo la mantenía con vida después de todo, ¿serían recuerdos? Lo dudaba. Cada día todo era aún más borroso para ella.
Parte de ella solo deseaba poder desaparecer, que su rastro que alguna vez dejó en su mundo desapareciera, para que nadie la recordara y sintiera dolor...
Sin embargo, otro lado de ella solo esperaba el volver, aquella luz que siempre imaginaba encontrar, a pesar de que cada día aquella luz interior que tenía era más y más tenue.
Solo tenía unas memorias más vividas que otras.
Ellas eran la más vívidas, después era aquel joven que la acompañó de niña y por último toda su familia, la cual se volvía más borrosa con el tiempo.
Tiempo... ¿cuanto tiempo le tomaría a ella desaparecer... dejar morir aquella rosa que aún seguía dentro de sí...?
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Una pesadilla... todas despertaron a la misma hora, cerca de las 4 am, temblando.
Ese oscuro sueño, confuso pero que sentían que las clavaba muy fuerte se hizo más y más fuerte.
Sentían el miedo de esa alma, sus deseos y penas, no veían nada feliz dentro de aquel sueño.
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Desde aquel otro punto de vista, Él las estaba observando, y esperando aquel momento para empezar... no, para continuar con lo que empezó hace un tiempo con aquellas almas...
Su juego a penas empezó.
Y  esta vez, sería muchísimo mejor que el anterior.
...

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