Llevaban once años de matrimonio y definitivamente ya no estaban en la etapa de Luna de miel.
Se habían casado jóvenes e ingenuos en un intento por desafiar los comentarios negativos de familiares y amigos.
Había sido buena idea al principio, porque la juventud les brotaba de los poros y todo parecía muy nuevo y hermoso.
Pero ya habían pasado los años de júbilo y sólo quedaban estos dos tipos que parecían ya no tener nada en común.
Y en ellos quedó el murmullo de vitalidad, que aún picaba en sus pieles pero que no se permitían explorar.
Entre trabajos, quehaceres y sínfines de cuentas por pagar, Louis y Harry se han dejado apagar.
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Piña colada | L.S.
Short StoryEn donde Louis y Harry no saben que lo que buscan lo tienen enfrente.