Ya son cinco años de ser prisionera tras estas murallas de roca, cinco años desde que se celebró la feria en la que su Majestad decidió que tenía que ser su esposa.Extraño tanto a mi padre, lo veo cuando puedo pero eso no sucede tan frecuente como desearía.
— ¿mami?
Me alejo de la ventana al escuchar la voz de mi pequeño Louis.
— Amor, mami está por acá pequeño.Con solo dos años mi bebé Es muy inteligente, tan guapo como su padre con su cabello rubio y bonitos ojos azules que heredó de mí.
Se acerca dando torpes pasitos.
— La gualda del leí acaba de llegal mami ¡vamos!
Es tan lindo ver la alegría con la que recibe a su padre, es tan inocente que no se da cuenta del profundo dolor que trae a mi vida la llegada de ese demonio.
— ¡pues vamos a recibir a papi!
Salgo fuera del Palacio, mi hermosa jaula de oro.— Majestad— saludan varios caballeros, sus pesadas armaduras brillan a la luz del sol.
— ¡papi!— grita mi niño al ver a mi pesadilla acercarse. Dios mío ¿como es posible que siga vivo después de tantas batallas? Ahh si, el muy cobarde envía a sus hombres a morir mientras él se queda lejos del infierno.— Príncipe Louis es un honor estar en su presencia- hace una tonta reverencia- Reina Ileana, siempre que vuelvo la encuentro más hermosa.
Sus ojos negros como la noche hacen que me congelen.— Rey Fernando— hago una mueca que se supone debería ser una reverencia— es una lástima que haya vuelto vivo del viaje, soñé que los perros devoraban tus carnes esposo mío— digo contra su oído para que sólo él escuche.
La carcajada que se le escapa hace que tiemblen mis rodillas, eso no trae nada bueno.
—¡Camila!— grita a la nana de mi hijo.
— Majestad
— Lleve al Príncipe a sus aposentos y encarguese de que duerma.
Me quita el niño y se lo entrega a la nana, me toma fuerte del brazo y me lleva casi a rastras a las caballerizas, se lo que viene y no quiero, trato de soltarme de sus agarre pero no puedo. Dentro hay dos hombres de rodillas con la cabeza gacha y llorando, saben su futuro... y yo también.— Mirame Ileana y no se te ocurra apartar la mirada porque tu padre y tu hijo pagarán las consecuencias.— desenvaina su espada y se acerca a espalda de ambos hombres, coge a uno del cabello haciendo que su mirada aterrorizada choque con la mía.
— ¡¡mirala a lo ojos o tus hijos serán los próximos en estar de rodillas ante ella!!— grita furioso y en ese mismo instante la hoja afilada corta su garganta haciendo que la sangre brote a chorros manchando mi vestido blanco de rojo carmesí no se detiene y acaba de la misma forma con el otro sujeto. En cinco años he visto morir a tantos hombres que ya no recuerdo el número.
—¿Te das cuenta de que este podría ser el futuro de tu viejo padre mi amor? También puede ser el de tú hijo, todo depende de que tanto me provoquen.
— ¿¡cómopuedes ser capaz de amenazar la vida de tu propio hijo!? ¡¡Es tu hijo maldita sea!!— el llanto es inevitable al escuchar como amenaza la vida de su propio hijo ¡¡MI HIJO!!
— Soy capaz de eso y más con tal de mantenerte a mi lado— dice al mismo tiempo que desliza sus manos desde mis mejillas, pasando por mi cuello, mis pechos y finalmente mi cintura, ejerce fuerza al acercarme a él dejando que sus labios rocen mi mejilla izquierda.
— Te amo Ileana y por amor se cometen estupideces pero por despecho... por despecho amada mía, no quieres saber de lo que soy capaz así que más te vale mantenerme contento y no jugar con mi paciencia.
Planta un beso delicado en mis labios que tengo que responder por obligación, beso que se va tornando agresivo con el paso de los minutos, le cuesta apartarse pero gracias al cielo lo hace.
— si no fueses mi reina te aseguro que te tomaría sin piedad aquí mismo, haría que te retorcidas del placer... pero mi esposa merece respeto, así que nos vemos en la noche amada mía.— Me haría tan feliz que alguien te atravesará el pecho con una flecha amado mio— Salgo de la caballerizas casi corriendo, necesito bañarme urgentemente.
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MI MALDICIÓN ES SER REINA
Short StoryEn los cuentos de hada que contaba mi madre cuando era niña la chica conseguía su final feliz al casarse con el Rey. ¡ja! Cuanta falsedad habia en esos tontos relatos. odio a mi esposo más que a nada en mi vida, es el ser más despiadado que la ti...