𝖆𝖑𝖆𝖒𝖔𝖗𝖙 ; 𝔦

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𝔭𝔯𝔢𝔰𝔢𝔫𝔱𝔢.

Los pasos de Park Ji Min parecían estar sincronizados con el ritmo de la música que sonaba en sus audífonos, do you wanna know retumbaba perfectamente en sus oídos, aislándolo del exterior mientras caminaba por la mañana desde su casa hasta la universidad. Con la mente divagando en la materia ciencias políticas que tenía en ese primer periodo. Había estado estudiando toda la noche para poder acreditar con buen promedio el examen que haría, repetir las definiciones que encontró tras horas de estudio, en su mente se sincronizaba con la música que servía de aislante.

Al llegar al salón se dio cuenta que habían muy pocas personas, revisando su reloj de muñeca se dio cuenta que estaba entrando justo a tiempo. Frunció el ceño. La clase del señor Im era aburrida, todos la odiaban, pero el señor era demasiado estricto con la puntualidad y la asistencia, por lo que todos siempre llegaban mucho antes para tomar sus puestos.

—Hey, Chanyeol, ¿dónde está todo el mundo? —preguntó Jimin a su compañero de clases cuando tomó su lugar.

El joven beta alzó la vista —. ¿No te enteraste? —Jimin negó con la cabeza —. Encontraron el cuerpo del señor Im en el río Han. Tenía el cuello destrozado, como si un chupasangre neófito lo hubiera cenado.

Jimin frunció el ceño. ¿Neófito? En su mundo, el submundo, existían tres seres: vampiros, licántropos y brujos. Jimin coincidía en el segundo subgrupo, apesar de tener veinticuatro años y aún no presentarse, era hijo primogénito de una pareja de alfas. Se supone que a la edad de quince años los chicos licántropos se presentaban, pero Jimin no lo ha hecho. Tiene un lobo dentro de él, pero está dormido. No tiene aroma, no sufre celos y nadie lo entiende. Por eso lo tomaban por un beta, más aún por la reputación de su familia que por otra cosa, ¿qué dirían si el primogénito de la poderosa familia Park no se presentaba? Y para empeorar las cosas, no lo hacía ni como omega o beta.

A Jimin le ha costado toda su vida que lo hagan a un lado en su manada, viviendo como un falso alfa. 

—¿Entonces no tendremos el examen? —preguntó el chico con el cabello de color chocolate. 

—Nop —Jimin maldijo —. Pero tendremos al sustituto, avisaron que llegaría a la siguiente hora, así que, si quieres ir a desayunar algo o solo dormir, como yo haré, puedes hacerlo sin problemas. 

Jimin asintió después de maldecir un poco y hacer que su amigo se riéra por sus palabras, estaba un poco molesto porque había estudiado por toda la semana hasta muy tarde para poder salir con su típico sobresaliente. Y todo para nada, para que a un chupa sangre se le ocurriera crear a un neófito. 

¿Eso acaso no era ilegal? 

Para que las cosas fueran completamente en "paz" entre los seres del submundo y los mundanos —por lo menos los pocos que quedaban en comparación a los demás subgrupos—, se debía tener un control estricto de los nuevos seres. Sin importar que sean creados, nacidos o mordidos. Él lo sabía muy bien, su padre era parte de la seguridad nacional, algo así como un político que se encarga de mantener el control para los lincantropos. Desde que se hicieron los acuerdos, en la época de su bisabuelo, los Park junto con los Min están relacionados con la política. Es por eso que él estaba estudiando Ciencias Políticas, la misma carrera que su hyung, Min Yoon Gi, pues como primogénitos tenían que hacerse cargo. Incluso si él no era un alfa como su hyung, debía estar listo por si en algún día se presentara. Aunque él ya se había dado por vencido. 

Que un neófito se haya alimentado de alguien, más aún de un lobo, sin importar que sea beta, causaría una tensión entre los subgrupos. Ya podía ver lo tenso que estaría su padre. 

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⏰ Última actualización: Jun 18, 2020 ⏰

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