Prologo

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JORGE

-Vete a la mierda - por descontado, adoro oír eso el primer día de casados de mi esposa, tengo veintiocho años, una carrera en Oxford, hablo cuatro idiomas con fluidez y tengo que aguantar a esa idiota con la que me he tenido que casar, una auténtica mujer florero, no sabe hacer nada que no sea gastar dinero pero es "bueno para el negocio"

-Ahora mismo- Salí de casa- Joder, y mañana nos vamos de luna de miel. Yuju, matadme- Agarre el teléfono, por primera vez, necesito hablar con alguien, busque entre mis contactos:

Trabajo

Trabajo

Trabajo

Trabajo

Padre

Madre

Trabajo

Luis (hermano)

Llevaba casi diez años sin hablar con mi hermano, sin saber nada de él,  más o menos desde que decidió largarse, él siempre ha sido un caso aparte en la familia, nunca ha acatado las reglas, el muy mamón. Pese a todo le llame, solo espero que no haya cambiado su número de teléfono

-¿diga?

-¿Luis?

-Depende de quien pregunte ¿Jorge?

-Supongo que lo mismo digo

-¿Que pasa, hermanito? Cuanto tiempo. ¿Estas en la ciudad?

-Solo por hoy

-¿Te apetece quedar?

-Claro

-Vas a tener que venir a barrios más pobres, enano

-Me lo imaginaba ¿Donde?

-¿Conoces "Cueva de Trolls"?

-No

-Te va a encantar. ¿Vives en la misma casa?

-Sip

-Voy a por ti. Espérame -Colgó. No ha cambiado en absoluto,  sigue siendo el mismo hiperactivo, puedo imaginármelo con la misma sonrisa de siempre, eso me hizo sonreír nostálgico,  ya casi no recuerdo como sonreír.

Poco después oí una moto acercarse, un monstruo negro con un loco sobre ella que paro delante de mi y se quitó el casco. Y por primera vez en diez años volví a ver los ojos azules que casi derramaban rayos acompañados de una característica sonrisa

-Hermanito,  ven aqui- me arrojó a sus brazos,  aplastadome.

-Luis. Dejame respirar-Dije devolviendole el abrazó.

-Vamos sube, hablemos cómo personas civilizadas delante de una copa-me tendió un casco que yo mire con suspicacia- Oh, vamos que no te va a morder, ya ha comido. -Aun sin fiarme me subí a la moto

-Si me caigo, te asesino

-agárrate

-¿No hay muy poco espacio? -Dije pegándome aun más a su espalda y clavandome las unas en los brazos tras pasarlos por delante de él.  Arrancó, con una velocidad de vértigo,  yo cerré fuertemente los ojos

-¡Esa es la idea! ¡Así mi acompañante se tiene que pegar más a mi!- Eso no me cuadra con él, antes no era asi

-¿¡Es en serio!?-Alcé la voz para que me escuchará por encima del ruido del motor, como el hizo

-¡Eso es lo que dice el dueño de la moto! ¡Pero es una gran mentira! - Aparco detrás de un bar viejo y en un barrio sucio y pobre -Vamos, este es el mejor bar de la ciudad

-Emm. Lo dudo

-Dale una oportunidad.- entramos por dentro era aún peor, mal iluminado viejo, eso se veía a leguas. -¡Dano un par de pintas!- voceo mi hermano ¿Donde ha dejado la educación que nos dieron? Lo curioso es que a nadie pareció importarle, el camarero hizo un gesto raro que mi hermano respondió antes de empujarme hacia una mesa,

-Cuéntame hermanito. ¿Que ha pasado?

-¿Tan fácil de descifrar soy?

-No, más.  Llevas sin llamarme diez años. ¿Que ha pasado?

-Soy muy predecible, supongo

-Valar morgulis- la aparición del camarero de antes impidió a mi hermano contestar

-Valar doaheris

-Vuestras pintas

-Hey, Dano, te presento a mi hermano pequeño

-un placer- Dijo con una sonrisa, le examine mejor, pese a la poca luz se distiguia que era atractivo, pelo largo y oscuro cogido en una coleta y una sonrisa simpática,  las mujeres debían beber del aire por él - se parece a ti, ¿También es un rebelde sin causa?

- No, él es el bueno. Hace todo lo que le dicen- el camarero se echó a reír tenia una risa cantarina

-Sigo aquí.

-No lo sabia. Dano, ¿por que no me has avisado?

-Estas como una cabra tío. Por cierto, soy Daniel, si necesitas algo ya sabes. Para los hermanos de este imbécil siempre tendré tiempo- hizo una exagerada reverencia con guiño de ojos incluido y se fue

-Es raro, pero es un buen tío

-¿Solo un poco?-Mi hermano se echó a reír

-Vale, mucho. Pero si no fuera por él no estaría aquí

-¿Y eso?

-Fue el único que me ayudo cuando me largue. Bueno, dejemos de hablar del pasado. Cuéntame

-Yo... Necesitaba desahogarme.

-Para eso estoy

- Me casé ayer

-¿En serio?

-Si

-¡Dano arrastra tu sexy trasero aquí con dos chupitos del mejor ron que tengas! ¡Mi hermanito se ha convertido en todo un hombre! Y pensar que cuando me fui seguías a padre como si fueras una marioneta ¿Quien es la afortunada?¿Cómo la conociste?- su felicidad se desbordaba dando al local un ambiente más cálido y feliz,  y yo iba a cargarmelo, mierda.

-Nieves Doría -susurre, él se detuvo

-Espera, ¿Doría?  Esa no es... Joder, te casaste por nuestros padres

-Yo...

-Mierda Jorge, con eso no se juega. El matrimonio es algo serio, joder

-¿Que pasó?

-Nada. Trae ese chupito.-mi hermano le vacio de un trago dejó sobre la bandeja un par de billetes para pagar y salio

-Valar morgulis.

-Valar doaheris -musitó Daniel, confuso.

-Yo también me voy. -Daniel me paro

-Sea lo que sea, él te quiere muchísimo, no le vuelvas a abandonar -Dicho eso se fue dejándome más confundido, me bebí el chupito y me largue, mi "amada esposa" me esperaba y el alcohol se me empezaba a subir. Antes de irme me pedí un par de cervezas que me tome por el camino, no se como llegue a casa...

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Mi segunda historia,  espero que os guste, comentad por favor para que pueda mejorar. Intentare subir cada semana

Lovely cakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora