Marcado [kookTae] Adaptación.

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Taehyung

¿Por qué estaba tan avergonzado estar frente a el de esta forma?

Mordi mi labio Inferior lentamente, sintiendo mis mejillas rojas y ese abrumador  y desgraciado  calor del celo en mi vientre, cerré mis ojos de forma adolorida.

Sentí el aroma de JeonGguk, seguido de verlo. Sin embargo el se mantenía callado, seguramente con supresores en su sistema, lo alcancé a mirar, sintiendo mi visión un poco borrosa, cubrir mi cuerpo con la manta.

— El té ayudará con el malestar. - asiento un poco apretando mis piernas, sintiendo mi entrada necesitada y llena de lubricante natural. —Tómalo Tae Tae.

¿Por qué siento esa necesidad tan fuerte de estar con el?

Quería demasiado de el.

Estaba dispuesto a entregarme a el, mi Omega deseaba eso también.

Deseaba un nudo, lo quería tanto que me asustó el pensamiento de mi propio lobo.

—Gracias- susurro bajo, con las mejillas un poco rojas, sintiendo un pequeño beso en estas.

—Estaré abajo si me necesitas - taradeo un poco asintiendo, bebiendo del té.

Sus cuerpo se alejó de mi, apriete mis manitas un poco, oh Dios... Jeon era un increíble Alfa.

Cualquiera que viera aún Omega completamente a su merecer en celo hubiese hecho cualquier cosa, sin embargo Gguk solo me cuidó.

Solo quiso hacer que me sintiera seguro.

No tuvo un atrevimiento en querer tocarme, haciendo que mi lobito se sintiera tranquilo. Las palmas de mis manos sudaban haciendo que me avergonzada de mi un poco, estiro mi cuello queriendo atención.

Me gustaba que fuera respetuoso, incluso que no fuera desesperado en querer tomar a un Omega en celo incluso.  JeonGguk era un Ángel.
Si bien ya pasó un celo mientras yo estaba presente.. El se mantuvo alejado y cuidadome y no dejándose llevar por esos estúpidos instintos.

Limpié un poco el sudor que recorría mi frente, estirando mi cuerpo y apretando mis piernas.

—Uihg.- solté bajito apretando mis ojos y arrugado mi nariz.

Dejé caer mi cabeza sobre la almohada, cerrando mis ojos, sentía mi rostro caliente, mi lubricante seguramente había arruinado de nuevo mi ropa y froto mis ojitos ligeramente con cansancio.

Odiaba esto.

•

Pasé mis dedos por mi piel ya fresca, sintiendo esos asquerosos síntomas de celo que tenía sobre mi habían desaparecido, agradecí de que fuera así, mordi mis labios mirando a mi alrededor.

Caminé lentamente por el pasillo del departamento mientras jugaba con una camisa que claramente pertenecía al alfa con el que vivía, Suspiré bajito y seguí caminando lento hasta que llegué a la "Oficina de JeonGguk";Abri la puerta mientras mordisqueaba un poco mis labios y lo ví completamente dormido.

No quise hablar para nada, solo me quedé en silencio completamente mirando su rostro tranquilo, su cabello cubriendo un poco su rostro y mal agarrado en una liga, teniendo aun aquel bolígrafo entre su mano.

Me acerco un poco, acomodando su cabello, sintiendo sus mechones suaves bajo mi tacto y me alejé después reaccionando y alejandome, caminando de nuevo al pasillo.

Juego un poco con mis dedos, sentía el fresco piso bajo mis pies desnudos, completamente curioso.

Observe una fotografía que estaba en un marco de madera, un precioso Omega y al parecer su Alfa. Mi atención fue completamente hacia quien estaba entre los brazos del Omega, hice una pequeña expresión de ternura al ver quien era y sentí el aroma de JeonGguk cerca a lo que me di vuelta de forma rápida, chocando con alguien.

Nervioso alce un poco la mirada y sonrei.

—¿Qué hacías aquí? - murmura acomodado su cabello desordenado, presenté atención a su cabello un poco, era largo, demasiado y bonito, bosteza apenas —crei que seguias descansando.

—O-oh.. Solo exploraba - murmuro apenas con las mejillas rojas.

Asiente un poco y besa mi mejilla después, sentí su aroma y me relajo.

—Supongo qué iré a dormir, estoy un poco cansado.- admitió y me dió un último beso en mi cabello.

Había asentido para el y abracé un poco la fotografía entre mis brazos viendo como se iba.

Suspiré bajo de forma aliviada tomando de nuevo la fotografía y acaricie un poco esta dejándolo a un lado, donde justamente lo había encontrado.

—Es lindo ver que uno de los dos si tuvo una buena Infancia. - susurro, sabiendo como fue su infancia ya que habíamos hablado de eso hacia unas semanas.