Los días pasan sin detenerse, sin darte cuenta ya cambio de mes. Prendes un cigarrillo a mitad de la calle, inhalas, te sientes relajada, exhalas. En un día te terminas una cajetilla entera, te sigues sintiendo ansiosa, incompleta, vacía. Todo era mejor cuando tenías 5 años, tu única preocupación eran tus juguetes, la tarea, tus pequeños amigos. Esa palabra la detesto "pequeño", es como el diminutivo de "torpe".
-¿Seguirás contaminandote con nicotina?
-Es la única forma de relajarme.
-Podrías relajarte de otra forma.
-Para mí es la única forma que existe.
-Nadie es perfecto.
-La perfección es imposible, no conozco a una persona que su vida sea común y feliz, todos tenemos problemas.
-A cada solución le tienes un problema, eres pesimista y conformista.
-La mayoría lo es, cuando ves que todos tus compañeros de escuela ya lograron sus metas sin tantos obstáculos, te sientes inútil, inservible, algo que jamás debería sentir un adolescente, porque cuando más necesitas apoyo nadie está dispuesto a ayudar, te dejan hundirte solo.
-Se lo que piensas de los demás, quieres empezar una vida nueva y no te sientes capaz de lograrlo.
-No pedí nacer, no quería nacer, siempre fui un error, mi madre me lo dijo, mi padre se olvidó de mí.
-Tu padre está muerto.
-Eso es lo que dicen, murió de una enfermedad que puede ser hereditaria.
-¿Y te causa felicidad saber que puedes heredar esa enfermedad?
-Moriría a una edad temprana.
-No es bueno hablar de muerte cuando estamos frente a una carretera.
-¿Sientes miedo?
-No, solo me gusta prevenir un desastre.
-No has logrado prevenir nada.
-Claro que sí, haz tenido tres intentos de suicidio, fallaste gracias a mí.
-Ahora te odio por eso.
-Vamos, si quieres intentar de nuevo, hazlo, está vez prometo no intervenir.
-No te quiero abandonar tan rápido, es agradable platicar contigo.
-Necesitas un descanso.
-Necesito un trago.
-No, la última vez que tomaste no terminaste bien.
-No hice el ridículo, estaba sola, como siempre.
-Necesitas amigos.
-No necesito a nadie.
-Necesitas familia.
-Es lo que menos quiero.
-Vayamos a casa.
-Quiero quedarme aquí, necesito respirar.
-¿Te sientes bien?
-La extraño, era la única que daba los consejos perfectos.
-Ella aún no ha muerto, sigue viva, solo que ahora está lejos.
-No es lo mismo hablar por mensaje que en físico.Estoy frente a una carretera, somos tan frágiles, tan indefensos, tan egoístas, solo pensamos en nosotros, pero ¿a quién le importa como te sientes cuando sales con una sonrisa ante el mundo? Todo es tan gris cuando ya no ves salida. ¿Alguna vez has intentado quitarte la vida? Yo lo intenté tres veces, todas fallaron, nadie supo, nadie pregunto como me sentía, todos son falsos e interesados. La próxima vez que alguien te pida ayuda no la ignores, estarías salvando una vida.
ESTÁS LEYENDO
CAVANDO MI TUMBA
Teen FictionUna portada feliz para una historia triste... Esta es mi primera obra inspirada en mi presente, un poco difícil pero cierta. Ayudame compartiendo estos pensamientos entre tus amigos, gracias por leerme.