Fiesta En Mi Casa - Parte 2

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Resguardados por la oscuridad de la noche, Kuriko junto a un puñado de hombres, se infiltraron en los almacenes de Krei-Tech, vistiendo uniformes de combate color negro, permitiéndoles camuflarse con la noche. Todos, incluyendo a la pelirroja, poseían cascos polarizados, siendo estos del mismo color de sus vestimentas. Portaban armas de avanzada tecnología, a excepción de ella, que solo llevaba su katana envainada en su espalda.

Se ocultaron al ver pasar a un guardia del equipo de seguridad perteneciente a Krei-Tech, notaron unos cuantos drones sobrevolando la zona. El lugar estaba bien vigilado, sin embargo esto no detendría a la Yoshida.

— Maten a todos los guardias, dejen vivo solo a uno, me da igual quien sea. Me haré cargo de los drones —ordenó mientras le quitaba un rifle a uno de sus matones— si alguno de ustedes activa la alarma, lo mataré —amenazó sin contemplaciones. Sacó de su traje un dispositivo y sin miramientos accionó un botón en el mismo, provocando un corto circuito en cada cámara y cortando la electricidad de golpe.

Los hombres no rechistaron e inmediatamente acataron las órdenes de su líder.

Asesinaron a cada uno de los guardias a sangre fría, ya fuese degollándoles la garganta con una cuchilla de plasma o quebrándoles el cuello brutalmente, aprovecharon que estos estaban confundidos por la repentina falla eléctrica, teniendo ellos la ventaja de que sus cascos tecnológicos tuviesen visión nocturna. A los pocos últimos que quedaron, los mataron con sus armas, disparándoles sin piedad alguna.

Tal y como dijo Kuriko, se encargó de derribar a cada drone, disparándoles con el rifle, sin fallar ni una vez. Para cuando acabó, apreció satisfecha que tanto ella como sus hombres, acabaron rápidamente con la seguridad del lugar.

— Pensé que nos darían mas batalla Krei, que decepción… —comentó con burla.

La pelirroja hizo una seña al aire, fue en ese momento cuando se dejó ver una inmensa aeronave, situada justo encima de ellos, misma que había permanecido invisible durante su asalto. Varios robots con propulsores en sus pies, descendieron de la aeronave, hasta aterrizar en el piso.

— Saqueen todo el lugar, monten todo en la aeronave —ordenó a los robots, estos obedecieron comenzando a acercarse a los contenedores para cargarlos y subirlos a la aeronave, la cual aterrizó a unos metros del lugar, justo en los muelles.

— Aquí esta el afortunado jefa —dijo uno de sus mercenarios, aventando a un joven guardia al piso, ante sus pies. El pobre chico temblaba de miedo, Kuriko sonrió debajo del casco y desenvainó lentamente su katana, para después acercarla hasta el muchacho y ponerla a milímetros de su cuello.

— Po-por fa-favor n-no me ma-mate —pidió como pudo el chico, tartamudeando por el miedo de perder la vida allí mismo, como sus demás compañeros. Kuriko hizo un ademan de blandir su katana, el joven cerró fuertemente sus ojos y dejó de respirar. Pero el corte nunca llegó, solo escuchó la estridente risa de la mujer, la cual era amortiguada por el casco, escuchándose un poco distorsionada ante los oídos del chico.

El muchacho aun de rodillas, percibió humedad en sus pantalones, justo en la entrepierna, se percató que se había orinado ante el susto, causando la risa en Kuriko y sus hombres.

— Tranquilo… no morirás hoy, tienes suerte. Informarás de todo lo que pasó aquí —explicó con burla— ¡Dulces sueños! —Acto seguido, lo golpeó fuertemente en la cabeza con la empuñadura de la katana.

《BIG HERO 6》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora